​El feminicidio hay que contarlo: Misleydis González, asesinada a pesar de repetidas denuncias

Vecinos y familiares describen un infierno de maltratos en el que vivía atrapada desde hacía meses y del cual había decidido salir.

| Observatorio | 04/01/2018
Vista de una calle de Ciego de Ávila.
Vista de una calle de Ciego de Ávila.

Misleydis González García, mujer de 47 años de edad, fue apuñaleada este 26 de diciembre en la ciudad de Ciego de Ávila (Cuba), frente a su propio hogar (pasaje Aguas Verdes final, entre Narciso López y Martí, no. 806), por un hombre que la emboscó en la oscuridad. Su muerte conmueve a quienes conocen la noticia que circula de boca en boca en este territorio.

Vecinos y familiares describen un infierno de maltratos, y literalmente de torturas, en que vivía atrapada desde hacía meses, lo que la hizo perder progresivamente su natural alegría. A esto se suma el hecho de que buscó ayuda en la policía, en reiteradas ocasiones, sin obtener la máxima atención de ninguna entidad. Incluso, según varios entrevistados, realizó su última denuncia pocos días antes de morir.

Todo hace indicar que el asesinato ha sido la culminación de los abusos que Misleydis venía sufriendo a manos del hombre con quien se negaba a continuar una relación afectiva. Quienes conocían de cerca su situación, coinciden en que estaba aterrorizada y se sentía impotente ante la impunidad del agresor que seguía en la calle, pues la había amenazado de muerte si se atrevía a mantener cualquier acusación en su contra, por lo que al menos en una oportunidad ella se vio obligada a retirar una acusación.

“Ahora no quitó la acusación, y esto le costó la vida”, confirma su amiga, Diana Martí Morales, en cuyo hogar vivió oculta los últimos siete días y que la acompañó a la policía para hacer la última denuncia. “Yo le di cobija en mi casa, porque era mujer igual que yo. Hice que se quedara, al verla con todos esos golpes, y estuvo aquí trancada hasta el final”.

Misleydis González García (1970-2017). Foto aportada por su familia.

“Ella me contó que él la amarraba, le daba golpes, también la macheteó en un brazo y no le permitió ir al médico”, comenta Diana.

El agresor veló el momento en que Misleydis González regresó furtivamente a su vivienda, cerca de las siete de la noche, dispuesta a alimentar dos perritos que había dejado allí. No tenía hijos. Su madre, Haydé, no se explica por qué ahora está muerta, un final que pudo haberse evitado:

“Ella había hecho muchas acusaciones denunciando los abusos de ese hombre. Dos veces ella le quitó la acusación, pero la última vez que no retiró su denuncia la policía no lo cogió. Entonces, yo tengo genio porque la policía no lo cogió. ¿Cómo vas a esperar que mate a una mujer, si estamos hablando por televisión de los derechos que tiene la mujer? ¿Por qué esperaron que la matara? No tenía que haber pasado. Entonces, no me gusta eso, la policía tenía que actuar rápido, ¿no es verdad? No lo cogieron. Está bien, es verdad, como dicen ellos, que ella retiró dos veces las acusaciones, pero no te guíes por eso, guíate por las marcas de los golpes, y que tenía un brazo lisiado…”

Al momento del entierro se presentaron dificultades porque nunca apareció el carné de identidad de Misleydis, poniéndose de relieve una vez más cómo su asesino (quien se dio a la fuga, aunque fue atrapado al poco tiempo) intentó convertirla previamente en su objeto. “Cuando la íbamos a enterrar, había un problema, porque ella no tenía carné de identidad, él se lo había quitado”, declara su hermana, quien pide preservar su nombre. Diana, por otra parte, confirma que “en muchas ocasiones ella me mandó a mí para que yo le pidiera el carné, pero él me decía que no le iba a dar nada”.

La violencia de género y el caso más específico de la violencia contra la mujer, no constituyen figuras legales dentro del Código Penal cubano, en cuya letra ni siquiera aparecen palabras como “género” y “feminicidio”. Este tipo de violencia (física y psicológica), a pesar de ser un problema generalizado, se tiende a ocultar entre hábitos y estereotipos machistas de la población, por una parte, y el silenciamiento de la prensa oficial. Mientras, los feminicidios, como el de Misleydis, aunque los medios gubernamentales no se hagan eco de ellos, siguen ocurriendo con demasiada frecuencia.

Recientemente, en una reunión de la Asamblea Nacional, se dieron a conocer los resultados de una encuesta, por Mayda Álvarez Suárez, directora del Centro de Estudios de la Mujer. Según datos preliminares de esta encuesta, un 26,7 por ciento de la población cubana es afectada por la violencia de género.

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