Renée Méndez-Capote focaliza la escritura de “Hace muchos años…”, en la autoreafirmación de su identidad personal y cultural.
“Nada que decir” pertenece al libro “Cuentos incómodos” (Ediciones Unión, 2012), de la narradora cubana Enid Vian.
En “Últimos días de una casa”, el último poema de Dulce María Loynaz, la casa es una mujer que sufre el olvido a que ha sido condenada.
Ada Bezos apeló a la poesía como arma para dejar ver el impacto del régimen en la sociedad cubana a lo largo de seis décadas.
Alaíde Foppa siempre estuvo comprometida con la lucha social por la justicia y la igualdad, y fue una pionera en el feminismo.
Louise Glück fue una de las escritoras más importantes de Estados Unidos. Antes de que ganara el Premio Nobel ya había obtenido un Pulitzer.
“En familia” pertenece al libro «Casas del Vedado» (1983), con el que su autora, María Elena Llana, obtuvo el Premio de la Crítica Literaria.
«Hago como Espartaco» es un poema de María Luisa Milanés. Sus poemas aparecieron, un año después de su suicidio, en la revista Orto.
“El vigía escucha murmullos y gritos” pertenece al libro «Trama tenaz», (Ed. Bayamo, 2011), de Ileana Álvarez, que fue Premio “Fidelia” de Poesía 2010.
María Elena Llana es hoy la narradora más importante de la isla, y de las mejores de Iberoamérica.