Fotorreportaje ⎸La vejez en Cuba: escasez, desamparo y vulnerabilidad

“Es cada vez más común que la mendicidad en Cuba esté compuesta en su mayoría por ancianas y ancianos que desmienten el viejo eslogan de ‘la Revolución no dejará a nadie desamparado’.”

| Mundo | 01/12/2023
vejez en Cuba
Ancianos. Fotos: Zulema Gutiérrez

En Cuba, el Estado ha ido desatendiendo las obligaciones sociales que había asumido como la salud, la alimentación, el transporte o el suministro de agua y energía eléctrica. El panorama es preocupante y desalentador para toda la población, aunque de una manera más acentuada para las personas de la tercera edad, que constituyen uno de los sectores poblacionales más vulnerables del país.

El único sector poblacional que está creciendo en Cuba

Al terminar el año 2022, según el Ministerio de Finanzas y Precios, existían en Cuba 367 887 beneficiarios de la asistencia social, además de un millón 821 mil jubilados y pensionados. Aunque esta entrada monetaria, cuyo monto mínimo establecido es de 1528 pesos, apenas alcanza a los beneficiarios para adquirir los productos de la canasta básica.

Elaine Acosta, socióloga e investigadora asociada al Cuban Research Institute de la Florida International University, dijo a Diario de Cuba que los adultos mayores “son el único sector o grupo poblacional que está creciendo en Cuba (…), un 21.6 % de la población cubana está comprendida como adulto mayor”.

Esta realidad es muy visible, como también lo es la ausencia de infraestructura económica y social para propiciar una atención adecuada a las personas mayores, además de una falta de voluntad política que deja en el pasado los pocos beneficios que alguna vez tuvo este sector poblacional cubano.

El VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), revela que el 88% de los cubanos vive en la pobreza extrema, por tanto, es habitual que, dice el informe, “los mayores de 70 años presenten problemas para comprar los productos básicos o esenciales en un 79%”.

Las tres crisis que afectan a la vejez en Cuba

Para Acosta hay tres crisis en la actualidad cubana que afectan más directamente las condiciones de vida y el bienestar de este grupo etario. La primera, alimentaria, lo que trae consigo la reducción de la ayuda estatal en temas de alimentación que se recibía del Sistema de Atención a la Familia (SAF). Estos “comedores sociales”, creados en 1998, complementaban la alimentación de los adultos mayores más desfavorecidos.

El informe de OCDH revela que, de los encuestados, “el 78% ha dejado de hacer en los últimos meses alguna de las tres comidas recomendadas al día para una alimentación saludable”. Además, entre los mayores de 70 años, el 60% de ellos dejó de comer por falta de recursos.

Otra de las crisis que menciona Acosta como una de las que más impacta a los adultos mayores es la del sistema de salud. Así, las condiciones precarias de las instalaciones, la disminución del personal de la salud, la ausencia de medicamentos y, por ende, la disminución de la calidad de los servicios sanitarios en general, inciden con mayor fuerza en el sector poblacional que más necesita de estos servicios.

Acosta también denuncia que el acceso a los medicamentos está siendo constantemente interrumpido, y esto representa “el tener que hacer largas colas para poder adquirirlos”. También calificó de “calvario” la vida cotidiana de este sector poblacional.

Habría que sumar, a la lista de carencias ya mencionada, la falta de insumos que impide intervenciones quirúrgicas, el buen funcionamiento de los laboratorios clínicos y la disponibilidad de ambulancias, entre otros aspectos que generan un escenario donde los adultos mayores son el sector más vulnerable y afectado.

La tercera crisis que enumera Acosta es la de los cuidados de la vejez, que “se caracteriza por la disminución de los servicios de atención en general y de cuidados en particular”.

Se sabe que desde 2007 hasta hoy, según Acosta, “el Estado cubano ha venido reduciendo el presupuesto que destina a los servicios de protección social y, en particular, los que se dedican a las personas mayores”. Esa decisión repercute en las políticas sociales del propio Estado, lo que, a su vez, “transfiere a la familia una mayor carga de responsabilidad en los cuidados de las personas mayores”, explica.

Las ancianas y los ancianos en Cuba se ven en la necesidad de trabajar para sobrevivir ejerciendo oficios, en la mayoría de los casos, para los que ya no están capacitados. Esta es la vía que encuentran para suplir las necesidades básicas que no tienen aseguradas por medio de sus pensiones. Las mujeres de la tercera edad, por ejemplo, son más vulnerables a la exclusión porque las brechas de ingresos entre géneros aumentan con la vejez.

Otros problemas sociales

Un artículo de El Toque denuncia que la población mayor de 65 años enfrenta otros problemas sociales relacionados con el alto consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco. Además, entre los mayores de 60 años, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se encuentra la mayor cantidad de casos de suicidio, con una tasa de 14,11 por cada 100.000 habitantes.

Es cada vez más común que la mendicidad en Cuba esté compuesta en su mayoría por ancianas y ancianos que desmienten, solo con su presencia en las calles, la narrativa oficial de “justicia social”, “igualdad de derechos” o el viejo eslogan de “la Revolución no dejará a nadie desamparado”.

El informe del OCDH revela que el total de personas mayores que viven solas es de 221 425, con una edad promedio de 71 años. De ellos, el 57 % son mujeres.

Por otro lado, un 24 % de las viviendas de los mayores de 70 años se encuentran en peligro de derrumbe, mientras que el suministro de agua lo recibe solo un 23 % de los adultos mayores. Acosta denuncia que este escenario es “bastante complicado como para que las personas mayores disfruten de una vejez digna en Cuba”.

Decía Simone de Beauvoir que “para la sociedad, la vejez parece una especie de secreto vergonzoso del cual es indecente hablar”. Denunciar las condiciones de vida de la tercera edad, tomar postura crítica ante la inmovilidad e insuficiencia de las autoridades y los decadentes programas sociales del Estado, es un imperativo en la sociedad cubana contemporánea.

▶ Vuela con nosotras

Nuestro proyecto, incluyendo el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT), y contenidos como este, son el resultado del esfuerzo de muchas personas. Trabajamos de manera independiente en la búsqueda de la verdad, por la igualdad y la justicia social, por la denuncia y la prevención contra toda forma de violencia de género y otras opresiones. Todos nuestros contenidos son de acceso libre y gratuito en Internet. Necesitamos apoyo para poder continuar. Ayúdanos a mantener el vuelo, colabora con una pequeña donación haciendo clic aquí.

(Para cualquier propuesta, sugerencia u otro tipo de colaboración, escríbenos a: contacto@alastensas.com)