La historiadora cubana Alina Bárbara López denuncia golpizas y torturas

López Hernández, de 58 años de edad, se dirigía a participar en una manifestación pacífica en La Habana.

| Observatorio | 19/04/2024
La historiadora cubana Alina Bárbara López Hernández.
La historiadora cubana Alina Bárbara López Hernández.

La profesora e historiadora cubana Alina Bárbara López Hernández denunció en una publicación en sus redes sociales, tras ser liberada este jueves, que sufrió numerosos golpes por parte de los agentes policiales durante su arresto, el cual se extendió por más de siete horas sin aparente motivo.

López Hernández, de 58 años de edad, se dirigía a participar en una manifestación pacífica en La Habana cuando, al llegar al Punto de Control ubicado en el puente de Bacunayagua, que divide a la capital con la provincia de Matanzas, fue detenida por una patrulla de la Policía.

“Sin explicación alguna ni orden de detención se me dijo que me ordenaban montar en un carro-patrulla porque tenía que regresar a Matanzas”, contó López Hernández en la publicación realizada en Facebook.

La historiadora cubana dijo que, al pedir explicaciones, la respuesta que recibió de los agentes era “no saber la razón de la detención ni la persona que lo determinó”, mientras estos aseguraban que solo “cumplían órdenes”, por lo que López Hernández se negó a subir a la patrulla sin conocer la razón.

Maltrato policial

“Entonces tres mujeres oficiales me agarraron por la fuerza para meterme. En el fuerte forcejeo fui golpeada en la cara, cabeza, brazos, y me defendí enfáticamente también. Quien se atreva a reducirme por la fuerza, sin una orden clara de detención o una explicación convincente, debe saber que siempre me defenderé”, escribió la profesora e historiadora cubana.

López Hernández también dijo que, una vez lograron introducirla por la fuerza en la patrulla policial, quedó acostada, por lo que una agente se arrodilló encima de sus piernas para limitar su movilidad mientras otras dos le arrancaron la cartera torciéndole el brazo derecho “de tal modo que me produjeron una lesión en la articulación del hombro”.

Las «patrullas horno»

“Ese brazo no puedo moverlo y tengo un dolor terrible”, denunció la historiadora cubana, quien tras la golpiza fue sometida a una técnica de tortura policial ampliamente documentada por las organizaciones defensoras de derechos humanos en Cuba a la que se le llama “patrulla horno”.

Esta tortura, cuya aplicación por parte de los agentes policiales cubanos se multiplicó tras la llegada al poder de Miguel Díaz-Canel, consiste en colocar a los detenidos en el interior de las patrullas al sol y con las ventanillas y las puertas cerradas durante horas, hasta que se sientan asfixiados dentro.

Esto coincide con la descripción de Alina Bárbara López Hernández: “Me quitaron el teléfono y me cerraron sola herméticamente dentro de la patrulla. Cuando sentí calor y falta de aire pedí que bajaran las ventanillas para poder respirar. Se negaron y empecé primero a darle patadas a la ventanilla y luego comencé a golpear el interior del carro hasta que tuvieron que abrirla”.

De acuerdo con el testimonio de la historiadora, tras conseguir que abrieran las ventanillas debió esperar por una hora más dentro de la patrulla, al sol, para que la trasladaran hasta la estación policial de Playa, en Matanzas, donde permaneció por más de seis horas.

Alina Bárbara López Hernández durante protesta en parque de Matanzas
Alina Bárbara López Hernández durante protesta pacífica en el Parque de la Libertad de Matanzas.

“Exigí atención médica y, tras insistir mucho, dos horas después vino un médico que trabaja en Operaciones de Seguridad del Estado. Debo decir que fue amable, me reconoció e incluso me tomó la presión. Me dijo que evidentemente se notaba una afectación en la bursa y vino con un paracetamol, que no me alivió nada”, contó la historiadora.

Represión y amenazas

En la unidad policial debió esperar por más de cinco horas hasta que un policía la atendió. Durante ese tiempo logró dormir un rato uniendo varios bancos que había en la habitación donde se encontraba detenida.

“Finalmente me llevaron a una oficina donde estaba el instructor penal Yordanys que me hizo una advertencia, que no firmé. No fui instruida de cargos”, dijo López Hernández, quien prometió este viernes dar más detalles sobre lo que habló con el agente policial.

El arresto de Alina Bárbara López en el día de ayer causó conmoción entre cientos de cubanos, pues se trata de una de las académicas e intelectuales más reconocidas en el país, quien ha sufrido numerosas agresiones por parte del régimen debido a sus opiniones y su determinación.

Tras numerosas amenazas y hostigamiento, que han tenido importantes consecuencias para su vida personal y familiar, la profesora cubana fue llevada a juicio y condenada a pagar una multa por el delito de “desobediencia”, lo cual se ha negado a aceptar.

La ONG Prisoners Defenders denunció que el juicio “sin garantías” al que fue sometida la intelectual cubana tuvo “motivaciones políticas” y buscaba solamente reprimir el ejercicio de sus derechos fundamentales.

La organización radicada en España calificó a López Hernández como “víctima de conciencia”, pues además del juicio ha sufrido represalias como la prohibición de salida del país por parte del Ministerio del Interior.

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