Mujeres, las víctimas silenciosas de las guerras

Abundan los casos donde las mujeres y las niñas son utilizadas como botín de guerra y sufren agresiones sexuales.

| Observatorio | 07/11/2023
Mujeres huyen de Kosovo durante la guerra.
Mujeres huyen de Kosovo durante la guerra. Foto: Gervasio Sánchez.

Como sucede en tantos escenarios de la vida cotidiana, los conflictos bélicos también son situaciones donde tanto el papel de la mujer como sus consecuencias quedan invisibilizadas o en un segundo plano, dado al protagonismo que se le suele dar a los hombres en estos escenarios.

No obstante, de acuerdo con informes de Amnistía Internacional, las mujeres no tienen un papel secundario en este tipo de conflictos, donde suelen ser separadas de sus familiares o desplazadas de sus territorios, utilizadas como botín o víctimas de violencia sexual, cuestiones que suelen ser silenciadas u opacadas por los reportes que se centran en el campo de batalla, donde sin ser mayoría, también se obvia la presencia femenina.

Históricamente las mujeres han participado en los conflictos bélicos, además de como combatientes, un rol donde suelen predominar los hombres, como enfermeras, cuidadoras, mensajeras, espías y no menos importante, como población civil.

Entre los riesgos que corren en estos escenarios se encuentran las torturas, ataques indiscriminados, secuestros, amenazas, desapariciones forzadas, asesinatos, arrestos, encarcelamientos, violencia sexual, desplazamientos, reclutamientos forzados, todo esto mientras recae en ellas el sostenimiento de los menores de edad y el ámbito familiar.

Participación en la guerra

Aunque los conflictos bélicos suelen ser vistos como fenómenos donde el protagonismo recae en los hombres, no deja de ser esta una percepción errónea del asunto, pues, por ejemplo, en las ya desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) alrededor del 40% de los combatientes eran mujeres.

Otro caso semejante fue el de la guerra en Kurdistán, donde las llamadas Unidades Femeninas de Protección contaron con unas 30.000 integrantes en los combates ejecutados para liberar a Irak y Siria del autodenominado Estado Islámico.

Mujeres huyen del Estado Islámico en Irak.
Mujeres huyen del Estado Islámico en Irak. Foto: Amnistía Internacional.

Desigualdad de género

También numerosos estudios han revelado que el fenómeno de la desigualdad de género se incrementa durante los conflictos bélicos, donde, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, las niñas tienen un 90% menos de acceso a la educación que los niños en zonas de conflicto.

En tanto, datos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el 21% de las niñas en el nivel primario de escolaridad no asisten a la escuela, mientras para los niños esto se da en el 15% de los casos.

Otros riesgos que corren las menores de edad en estos escenarios son los matrimonios infantiles, el trabajo esclavo, el reclutamiento forzoso, los secuestros con fines de extorsión y su uso como botín de guerra.

La investigadora y experta de Derecho Internacional Humanitario, Ruth María Abril Stoffels, afirmó que en los conflictos bélicos “las mujeres sufren violencias visibles como las violencias sexuales, esclavitud sexual, matrimonios forzados, prostitución forzada, embarazos forzados…”, pero agregó que “también hay una violencia económica cuando la mujer no tiene medios para alimentar a su familia, y una violencia de tipo político, cuando no se reconocen los derechos de las mujeres a participar en los procesos de paz”.

Varios estudios han demostrado que en los países donde los conflictos bélicos se prolongan en el tiempo, menos del 20% de las mujeres tienen la posibilidad de acceder a un trabajo remunerado, mientras para los hombres es de un 69%.

Desplazamientos forzosos

Otra de las situaciones que más afectan a las mujeres durante los conflictos bélicos es la de los desplazamientos, pues se ven obligadas a abandonar sus residencias corriendo el riesgo de caer en redes de trata de personas con fines de explotación sexual.

Además, al quedar separadas de sus esposos y familiares se ven obligadas, en el exilio, a asumir todas las responsabilidades y cuidados de menores de edad y ancianos.

De acuerdo con los datos del Índice Mujeres, Paz y Seguridad 2021/2022 del Georgetown Institute for Women, Peace and Security, las mujeres que huyen de escenarios bélicos presentan un mayor grado de dificultad a la hora de encontrar trabajo en el país de acogida, lo que provoca que se concentren en sectores no cualificados y mal pagados. 

Mujeres palestinas en un funeral en Khan Younis, en el sur de la franja de Gaza.
Mujeres palestinas en un funeral en Khan Younis, en el sur de la franja de Gaza. Foto: Reuters.

Las mujeres como botín de guerra

Son numerosos los casos donde las mujeres y las niñas son utilizadas como botín de guerra y sufren violaciones que también tienen como objetivo aterrorizarlas y torturarlas para minar la moral de sus familiares que se encuentran en el frente de batalla.

Organizaciones internacionales también han denunciado la utilización de las violaciones y agresiones sexuales con objetivos de limpieza étnica, como fue el caso de los embarazos forzosos durante la guerra de los Balcanes en la década del 90.

Semejante ocurrió con la comunidad yazidí por parte del Estado Islámico en la década pasada, cuando las mujeres que se negaron a convertirse al islam fueron secuestradas, esclavizadas, torturadas, violadas y asesinadas.

Explotación sexual

La explotación sexual a las mujeres en los conflictos bélicos ha sido una variable que se ha mantenido por siglos. Uno de los casos más conocidos fue el de las 200.000 mujeres convertidas en esclavas sexuales por el Ejército de Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

En esa ocasión, tras ser trasladadas de forma forzosa a prostíbulos, se estima que eran violadas por una media de 30 soldados al día, lo que provocó que muchas de ellas fueran asesinadas y en otros casos se suicidaran.

Otro caso denunciado por Amnistía Internacional es el del conflicto armado de Tigré occidental, en Etiopía, donde se han registrado numerosas violaciones a niñas y mujeres que constituyen crímenes de lesa humanidad.

Una mujer huye de Ucrania con su bebé.
Una mujer huye de Ucrania con su bebé. Foto: DIMITAR DILKOFF

Secuestros a mujeres

Otra de las tácticas que han sufrido las mujeres en escenarios de conflictos bélicos es el de los secuestros y su uso para extorsionar al bando enemigo. En este sentido tal vez uno de los casos más conocidos fue el del secuestro de 279 alumnas de una escuela en Nigeria en 2014 por parte del grupo armado Boko Haram.

Pero, aunque este caso fue el más conocido no fue el único, de hecho, actualmente se siguen produciendo secuestros masivos en Nigeria donde cientos de menores de edad han sido agredidos sexualmente y asesinados. 

Las mujeres palestinas

Pese a que el discurso mediático se centra en la guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás, las mujeres palestinas han sido, junto a los menores de edad, protagonistas de un conflicto que parte de décadas de ocupación y militarización de sus territorios.

Por una parte, se encuentran sometidas al poder de Hamás en la Franja de Gaza, marcado por el machismo propio de la organización fundamentalista religiosa, que no contempla la aprobación de leyes que las protejan de la violencia doméstica ni una buena regulación respecto al divorcio.

Mientras tanto, las políticas de Israel en este conflicto se han centrado en los bombardeos sistemáticos, el bloqueo a los territorios palestinos y la segregación de los ciudadanos de origen musulmán nacidos en el territorio israelí, lo que ha afectado de forma específica a las mujeres.

La mayor parte de estas han vivido toda su vida en un contexto de ocupación que ha provocado muertes, desplazamientos forzados y un profundo empobrecimiento del país que se refleja en el deterioro de sus derechos humanos, su alimentación y su salud, según estudios de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Además, a la ocupación de los territorios y el conflicto armado se suman las relaciones de genero desiguales dentro de la propia sociedad palestina, tradicional y patriarcal, donde se evidencias diferencias en el acceso a derechos y recursos debido a estereotipos de género y a los roles que deben desempeñar hombres y mujeres.

Este contexto coloca a las mujeres palestinas en un escenario de doble vulnerabilidad, donde se enfrentan diariamente a múltiples formas de discriminación y violencia tanto en la esfera pública como en la privada.

Las mujeres ucranianas

También la invasión a Ucrania por parte de Rusia ha deteriorado la situación de millones de mujeres y niñas en el país, donde se ha incrementado el riesgo de violencia de género, la explotación, los abusos sexuales y hasta la pérdida de las condiciones básicas para una vida digna.

La destrucción a gran escala de la infraestructura del país por parte de los ataques rusos también ha afectado de forma específica a las mujeres, quienes se han visto privadas de muchos servicios destinados a las sobrevivientes de violencia, así como al acceso a la atención médica u otras formas indispensables de apoyo.

El propio Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNPFA) ha manifestado que necesita de forma urgente financiación para apoyar a las mujeres ucranianas, específicamente en lo relacionado con los servicios médicos y el despliegue de personal para la prestación de servicios vitales. 

En tanto, organizaciones como ONU Mujeres y CARE denunciaron que se produjo un incremento de las agresiones sexuales contra las mujeres residentes en la zona del conflicto, así como de las violaciones machistas en el ámbito doméstico, lo que se ve agravado por las dificultades para acceder a servicios de apoyo.

Mujeres colombianas marchan contra la guerra.

Las mujeres en Colombia 

De acuerdo con la ONUel conflicto armado en Colombia ha tenido consecuencias para las mujeres que van desde las amenazas, asesinatos, terrorismo, torturas, desapariciones involuntarias, esclavitud sexual, violaciones, abuso sexual, embarazos y abortos forzados.

Los datos oficiales del país cifran en más de 400.000 las mujeres que han sido víctimas de homicidios en el marco del conflicto armado que se desarrolla en el país, y entre 1995 y 2011 al menos 2.700.000 mujeres se vieron obligadas a desplazarse debido a la guerra, de las cuales el 15% denunció que sufrió violencia sexual.

En el caso de las mujeres pertenecientes a grupos étnicos indígenas y afrocolombianas, la proporción de violencia sufrida debido al conflicto es aún mayor, pues de los 3.445 casos de homicidios a integrantes de estas comunidades más del 65% eran mujeres.

No obstante, cabe destacar que el proceso de paz firmado en 2016 entre el Estado colombiano y la guerrilla FARC-EP hizo historia al convertirse el primero en el mundo en incorporar un enfoque de género con medidas para resarcir el daño sufrido por mujeres y personas LGBT+.

Mujeres en procesos de paz

Entre los datos facilitados por Amnistía Internacional y la ONU respecto a la participación de las mujeres en los procesos de paz resalta que en los países donde hay más mujeres dentro del Gobierno o el Parlamento hay menos gasto militar y más gasto social.

No obstante, en los procesos de paz que tuvieron lugar entre los años 1992 y 2019 el promedio de mujeres que participó como negociadoras fue sólo un 13%, mientras tanto las mediadoras como signatarias de estos procesos fueron aún menos, limitándose al 6%. Siete de cada diez procesos de paz durante ese período no incluyeron a ninguna mujer.

En ninguno de los acuerdos de paz o alto al fuego que tuvieron lugar entre los años 2018 y 2020 se incluyeron provisiones de género o la prohibición de la violencia sexual.

Si bien las mujeres parlamentarias en el mundo apenas alcanzan un 25,5% actualmente, en los países que se encuentran en conflictos armados o post conflicto la representación parlamentaria femenina es aún menor, limitándose al 18,9%.

De acuerdo con un estudio realizado por ONU Mujeres, las probabilidades de que un acuerdo de paz tenga una duración de al menos 15 años aumenta un 35% si las mujeres participan en dichos procesos.

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