La realidad de las madres cubanas ha estado marcada durante años por el abandono de las propias instituciones del estado.
Capacitaciones, discursos y promesas vacías para ocultar un Estado sin refugios, sin datos públicos, con más de 200 feminicidios subregistrados y que criminaliza constantemente a la ciudadanía.
Un acto solidario en Cárdenas retrata la cara más cotidiana de la precariedad: cocinar en la calle ya no es excepción, sino norma.
Los estudiantes de Las Tunas se integran a la creciente ola de inconformidad que se manifiesta en varias universidades del país contra la dolarización de los servicios de Internet.
En una Habana marcada por la represión comunista, Clara Caballero vive con una libertad y una autenticidad que desafían las sombras del régimen.
"El objetivo detrás de la citación que me hicieron era levantarme un acta de advertencia, con cuyo texto, colmado de falsedades, no estuve de acuerdo y por supuesto, no firmé".
Las madres cubanas subsisten sin red de apoyo estatal, inventando a diario en medio de apagones, cómo alimentar, curar y cuidar.
Los estudiantes denuncian la creciente dolarización de los servicios, la falta de transparencia y el desvío de fondos.
Para intentar apaciguar el descontento estudiantil, ETECSA ofreció duplicar los datos disponibles en su plan —de 6 a 12 gigas—, pero la protesta universitaria continúa firme.
El hecho ocurrió el pasado 29 de mayo. Fuentes independientes afirman que se trató de una agresión por parte de la expareja de la oficial cubana.