Feminicidio | La violencia de género no cesa en 2023

Aumenta la preocupación en Cuba por la falta de transparencia en torno a la violencia de género, tras dos nuevos feminicidios en 2023. Organizaciones independientes solicitan al régimen transparencia y la declaración de un Estado de emergencia.

En lo que va de año 2023, la violencia machista ha cobrado la vida de 11 mujeres en Cuba. Yurina Yaque Pérez y Mercedes Vasallo Herrera son las dos últimas víctimas de feminicidio en la Isla, confirmadas por activistas y organizaciones independientes.

Yaque Pérez fue asesinada por un hombre “con quien mantenía una relación”. El hecho ocurrió en la noche del 13 de febrero en la Avenida Céspedes del Reparto Sueño, Santiago de Cuba, según constató una de las fuentes consultadas al diario independiente 14yMedio. Mientras, Vasallo Herrera fue ultimada por su esposo dos días antes en el poblado Carlos Rojas, en Jovellanos, Matanzas, de acuerdo con reportes de la Red Femenina de Cuba (RFC).

Yurina deja a una hija, mayor de edad, quien había emigrado recientemente a Estados Unidos. La misma fuente consultada por el medio independiente, aseguró que el feminicidio de Yaque Pérez fue cometido en plena calle. “Entre las 7 y 8 de la noche, aproximadamente, cayó un aguacero repentino sobre la ciudad (…) y en esa zona había un apagón en ese momento”, aseguró.

Según una publicación en Facebook de la activista Marthadela Tamayo, de la RFC, Vasallo Herrera, de 51 años, fue asesinada con un arma blanca y presentaba una grave contusión en el cráneo. Su nieto fue quien encontró su cadáver, debajo de su cama.

Violencia de género en la sombra: falta de datos oficiales

Organizaciones feministas independientes en la Isla, como Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTC) y el propio Observatorio de Alas Tensas (OGAT), revelaron alarmantes estadísticas sobre la violencia de género en 2023. En este año han ocurrido un promedio de casi dos feminicidios por semana. En comparación con el año anterior esto representaría la tercera parte del total de mujeres que fueron víctimas de asesinatos machistas.

Estos feminicidios ocurren en un contexto de amplias denuncias de activistas por los derechos humanos y organizaciones y medios independientes de la escalada de violencia machista. Mientras, el Estado cubano desconoce el tercer llamado de estas organizaciones a un Estado de Emergencia en búsqueda de una mayor seguridad de las mujeres en Cuba.

El comunicado asegura que existen “cuatro alertas de feminicidios sin confirmar en Matanzas, Florida (Camagüey), Alamar y San Agustín (La Habana)”. Las razones son principalmente por la “falta de transparencia al respecto y la ausencia de cifras oficiales”.

Al no existir datos públicos estatales disponibles sobre la violencia machista y asesinatos de mujeres en Cuba, los registros de estas organizaciones independientes son los únicos que ilustran la dimensión del problema. Sin embargo, esto conlleva que solo sea denunciada una pequeña parte de los casos reales. Además, que no se dé adecuada visibilidad al problema, según reconocen ambas organizaciones (OGAT y YSTC).

«Apenas el 3,7 % de las cubanas que relataron sufrir agresiones en sus vínculos amorosos actuales o anteriores pidieron ayuda institucional”

“Las estadísticas oficiales más recientes sobre violencia de género y feminicidios datan de 2016 y recogen que el 26,7% de las mujeres de entre 14 y 75 años sufrieron algún tipo de violencia en su relación de pareja en los meses previos al estudio. Apenas el 3,7 % de las cubanas que relataron sufrir agresiones en sus vínculos amorosos actuales o anteriores pidieron ayuda institucional”, según la Encuesta Nacional de Igualdad de Género (ENIG-2016). Esta encuesta en ese momento debió incluir casi 11 mil mujeres, según información citada por la agencia de noticias EFE.

El medio oficialista Cubadebate aseguró que, según la ENIG-2016, el porcentaje de mujeres víctimas de violencia en sus relaciones de pareja era del 39,6%. Y agregó que, “el informe nacional cubano de cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reportó una tasa de femicidios de 0.99 por cada 100.000 mujeres de 15 años o más durante el año 2016”.

Es importante tener en cuenta que estos datos están desactualizados, ya que no hay estadísticas oficiales disponibles para años posteriores. Por tanto, estas no reflejan la realidad actual y pueden llevar a conclusiones inadecuadas para abordar este problema.

Falta de información sobre feminicidios en el pasado en Cuba

Las periodistas oficialistas se cuestionaban si realmente existían más “femicidios” o si solo han aumentado las denuncias. Al pie de esa publicación, algunos comentarios resaltan la indefensión en que se encuentran las víctimas como Yaque Pérez y Vasallo Herrera:

“Pienso que es muy preocupante lo que está sucediendo no se si los casos han aumentado o no, pero gracias al internet podemos tener conocimiento de muchos de ellos y las leyes son muy flojas o no se hacen cumplir hay casos en que se hace la denuncia del maltrato o del acoso y no pasa nada luego esas personas terminan muertas dejando atrás hijos y una familia destrozada y los agresores al poco tiempo salen de la cárcel y muchos siguen en lo mismo”, comentó la internauta ‘María’.

El usuario, ‘Rudy’, por otra parte, agregó que “es cierto que las estadísticas, sobre este tema, no son de dominio público (…) las compañeras que redactan este artículo debieran por sus funciones tener la posibilidad de acceder a ellas (…) la falta de esa información le resta objetividad al análisis”.

Nombrar la violencia de género: feminicidios o femicidios

La propaganda oficialista cubana no ha podido pasar por alto el creciente número de casos de asesinatos por violencia de género. Sin embargo es notable que los comunicadores que responden al gobierno cubano utilizan el término “femicidio” y no “feminicidio”, como lo suelen hacer las plataformas independientes denunciantes.

La diferencia entre ambos términos viene dada por la “reformulación” del concepto de femicidio, originalmente ofrecido por la investigadora de origen sudafricano Diana H. E. Russell en el siglo XX. Diana H. E. Russell lo acuñó como “el asesinato de mujeres por hombres por el hecho de ser mujeres”. Luego el término fue reinterpretado por la académica mexicana Marcela Lagarde, quien señala la responsabilidad estatal en los asesinatos de mujeres por motivos machistas cuando ocurre un “feminicidio”:

“La agresión, el castigo y la venganza dañina son derechos reales ejercidos sobre las mujeres por parte de los hombres, a quienes la sociedad y el Estado, así como diversas ideologías, creencias, tradiciones, usos y costumbres, legitiman en una posición de supremacía sobre las mujeres, previamente inferiorizadas, colocadas en sujeción, bajo su control y de las instituciones (…)».

Además, de acuerdo con su tesis “en la sociedad y en el Estado hay un reconocimiento desigual de los derechos humanos de las mujeres incluyendo los derechos sexuales, sociales y económicos, civiles y políticos, los cuales no son universales y son permanentemente violentados. En varias entidades federativas la violencia contra las mujeres no es delito y, en términos generales, sólo está tipificada la violencia familiar o intrafamiliar. No se reconoce jurídica ni judicialmente la violencia específica contra las mujeres, como violencia de género”.

«se trata de femicidio cuando nos referimos a la muerte de una mujer por el hecho de serlo (…) cuando se genera un estado de impunidad, de desprotección, de desatención legal y de actuación a nivel de país, es que se le nombra feminicidio”

En el año 2021, la profesora de Derecho Penal de la Universidad de La Habana, Arlin Pérez Duarte, comentó a Cubadebate que “se trata de femicidio cuando nos referimos a la muerte de una mujer por el hecho de serlo, por desprecio, por disminuirla frente al hombre”. En tanto, “cuando se genera un estado de impunidad, de desprotección, de desatención legal y de actuación a nivel de país, es que se le nombra feminicidio”.

De acuerdo con estas definiciones, el uso de «femicidio» por parte de los medios oficiales cubanos refleja una minimización del problema de la violencia de género. Así como la falta de atención del Estado hacia esta grave situación social.

La abogada de Cubalex, Giselle Morfi Cruz, en conversación con la plataforma independiente CubaNet, aseguró que prefiere hablar de feminicidios. Morfi argumentó que el término «feminicidio» engloba la responsabilidad “que tiene el Estado de investigar con la debida diligencia, reparar a la víctima, prevenir que no siga pasando y tomar medidas concretas. Cuando se analizan las muertes de mujeres es importante contemplar todo lo que hizo (o no hizo) el Estado para evitar estas situaciones”.

“En la práctica, está demostrado que las autoridades cubanas no cumplen con las obligaciones de investigar de manera diligente, que no hacen un análisis de enfoque de género en estos casos. En Cuba no hay organismos legales especializados en materia de género. Por ejemplo, no hay instituciones específicas de la Fiscalía con especialistas para investigar este tipo de hechos. Lo ideal es que existan salas exclusivas y jueces con experiencia en tales temáticas porque en estos casos hay que tener en cuenta circunstancias que en otros no”, consideró Morfi Cruz.