Glosario Feminista Vivo | ¿Qué es el ciberacoso y cómo prevenirlo?

1 de cada 5 estudiantes ha faltado a clases debido al ciberacoso y al menos el 46% de los adolescentes lo ha experimentado, incluyendo un alarmante 10% que ha sido objeto de amenazas físicas.

| Mundo | Observatorio | 22/02/2024
imagen dentro de un móvil con una mano sosteniendo a un ojo y pone comportamiento en línea en alusión al ciberacoso.
Imagen: Alas Tensas

Las redes sociales y la comunicación en línea han transformado la forma en que nos relacionamos y nos comunicamos. Sin embargo, junto con los beneficios de la conectividad, también hemos sido testigos de la proliferación del ciberacoso, un fenómeno que afecta a personas de todas las edades y en todas partes del mundo.

Una de las características más preocupantes del ciberacoso es su alcance ilimitado y su capacidad para seguir a las víctimas en cualquier lugar y en cualquier momento. A diferencia del acoso tradicional, que solía ocurrir principalmente en entornos escolares o locales, el ciberacoso puede continuar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, invadiendo la privacidad de las víctimas incluso en sus propios hogares.

¿Qué es el ciberacoso? ¿Cuáles son sus consecuencias?

El ciberacoso es el hostigamiento llevado a cabo a través de medios digitales, como smartphones, computadoras y tablets. Este tipo de acoso puede manifestarse mediante mensajes de texto, aplicaciones y plataformas online como redes sociales, foros o juegos, a través de los que se pueden difundir e intercambiar contenidos negativos, falsos o malintencionados acerca de alguien. Incluye actos como publicar información privada de otros, y puede llegar a constituirse como delito.

Para UNICEF, el ciberacoso “es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”. El acoso cara a cara y el ciberacoso ocurren juntos a menudo, pero “el ciberacoso deja una huella digital; es decir, un registro que puede servir de prueba para ayudar a detener el abuso”.

Karina Melo, psicóloga y responsable del Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana en campus Estado de México, explica que:

El ciberacoso es considerado como una forma o método de violencia que se ha convertido en uno de los principales peligros entre la población de jóvenes de este siglo, aunque los adultos no quedan exentos del riesgo de experimentarlo. 
Existen varios tipos de este que pueden ser sutiles y que como todas las violencias, avanzan en escalada, el desequilibrio emocional que provoca ser víctima de estas circunstancias, daña significativamente a la persona, provocando aislamiento, desánimo o depresión. 

Las víctimas del ciberacoso pueden experimentar angustia emocional, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas como resultado del asedio constante y la sensación de indefensión. En el caso de menores, también puede afectar negativamente el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y la salud mental. Esto deja cicatrices profundas que pueden afectar su desarrollo emocional y social, además de perdurar mucho tiempo después de que cesen los ataques.

Cinco formas de ciberacoso

Ciberacoso. Imagen de una niña expuesta al acoso en las redes.
Imagen: Alas Tensas

El ciberacoso se manifiesta de diversas maneras, entre las que se incluyen el ciberbullying, la sextorsión, el grooming, la ciberviolencia de género y el sexting. Estas formas de hostigamiento tienen en común el uso de internet como medio de perpetración, y suelen tener como objetivo a personas jóvenes. En muchos casos, el acosador es de la misma edad que la víctima, lo que agrava la situación al tener lugar en el ámbito cotidiano de la víctima. Sin embargo, en situaciones de grooming, la dinámica cambia drásticamente, ya que el acosador es un adulto que utiliza la red para manipular y abusar de menores de edad.

1. Ciberbullying 

También llamado ciberacoso escolar, se caracteriza por presentarse generalmente entre menores de edad de manera intencional y reiterada. Tiene como objetivo denigrar o insultar de forma constante a otra persona a través de dispositivos tecnológicos y sistemas de mensajería digitales, tanto de forma directa como indirecta, creando rumores o exponiendo la vida privada de la víctima.

2. Sextorsión

Es una manera de chantaje en el que el hostigador amenaza a la víctima para que realice algún tipo de acción específica a cambio de no hacer públicas imágenes o vídeos con connotación sexual. Detrás de este tipo de acoso generalmente se encuentran casos de pedofilia y pederastia, regularmente es derivado del grooming.

3. Grooming 

Es el fenómeno que ocurre cuando un adulto se pone en contacto a través de la red con un menor de edad haciéndose pasar normalmente por un adolescente con el objetivo de abusar sexualmente de él o ella. Generalmente, el mayor de edad trata de ganar la confianza de la víctima no solo mintiendo sobre su edad, sino usando la información que va obteniendo del intercambio para aumentar la empatía y manipular. 

4. Ciberviolencia de Género

Es un tipo de violencia digital que se ejerce contra las mujeres y las niñas a través de insultos, acoso, control, ataques, chantaje. Supone una forma de limitación de la libertad en función de propiciar y perpetuar la dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres. La ciberviolencia de género se manifiesta desde el envío de amenazas o insultos en la red, pasando por la publicación de comentarios machistas y misóginos, hasta la difusión de imágenes comprometidas de una mujer o niña sin su consentimiento.

5. Sexting

Consiste en el envío de imágenes de índole sexual entre dos personas, generalmente de manera consensuada. Aunque se supone que el sexting es una práctica entre adultos, y que las personas involucradas deben tener la suficiente confianza entre ellos como para que esto no suponga un riesgo de pérdida de privacidad, ciberacoso o extorsión y chantaje, algunos estudios indican que es también una práctica que es cada vez más frecuente entre adolescentes.

¿Cómo proteger a niños y niñas del ciberacoso?

Debido a que en la actualidad cada vez son más los niños y niñas que usan teléfonos celulares y otros dispositivos digitales para enviar mensajes de texto, publicar y chatear, el fenómeno del ciberacoso se hace más recurrente. Sobre todo ahora que la Inteligencia Artificial permite modificar fotos y videos que luego pueden usarse con un fin malicioso, como fue el caso de las niñas de entre 12 y 14 años que encontraron imágenes de desnudos supuestamente suyos en internet y que habían sido realizados a modo de “broma” por sus compañeros de estudio con la nueva tecnología.

Según un estudio de UNICEF, 1 de cada 5 estudiantes en todo el mundo ha faltado a clases debido al ciberacoso. Mientras que otra investigación realizada por Pew Research en Estados Unidos, revela que al menos el 46% de los adolescentes ha experimentado algún tipo de comportamiento relacionado con este fenómeno, incluyendo un alarmante 10% que ha sido objeto de amenazas físicas.

En 2018, Red Magisterial subió un video a su canal de Youtube, en el que se realizaba un experimento con 3 chicas que chateaban a ciegas con varios usuarios de la red. El experimento, en el que cada una iría decantando interlocutores, demostró que las tres chicas se quedaron, finalmente, con una persona mayor que manipulaba los mensajes para parecer más atractivo, lo que ocurre en las redes constantemente.

Una de las razones por las que los niños son particularmente susceptibles al ciberacoso es su falta de experiencia y madurez para lidiar con situaciones difíciles en línea. Muchos niños pueden no reconocer los signos de ciberacoso o sentirse avergonzados o temerosos de buscar ayuda. Además, la naturaleza anónima y ubicua de Internet puede hacer que sea difícil para los padres y cuidadores supervisar y proteger a los niños de posibles amenazas en línea.

Las escuelas y comunidades pueden desempeñar un papel importante en la prevención del ciberacoso al implementar programas de educación digital y políticas de tolerancia cero contra el acoso en línea. Las empresas de tecnología también tienen la responsabilidad de crear entornos en línea seguros y protegidos, con herramientas efectivas de denuncia y bloqueo de contenido inapropiado.

En su decálogo para detectar el acoso escolar, la Fundación Anar, que se dedica a la promoción y defensa de los derechos de los niños/as y adolescentes en situación de riesgo y desamparo, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, enfatizan en la comunicación y la atención como medios de detección del problema. Aunque está hecho específicamente para el acoso escolar, estas pautas se ajustan perfectamente a lo que deberían tener en cuenta padres, tutores y personal educacional a la hora de manejar el ciberacoso.

Otras acciones de prevención

La prevención del ciberacoso requiere un enfoque multidimensional que involucre a todos los sectores de la sociedad, incluidos padres, educadores, líderes comunitarios, empresas de tecnología y legisladores. Es fundamental educar a las personas sobre los peligros del ciberacoso y promover una cultura de respeto, empatía y tolerancia en línea.

Además, es necesario implementar políticas y medidas de seguridad en las plataformas digitales para prevenir el acoso y proteger la privacidad de los usuarios. Esto incluye la implementación de herramientas de denuncia y bloqueo, la moderación de contenido inapropiado y la colaboración con las autoridades para investigar y tomar acciones legales contra los perpetradores.

Imagen: Alas Tensas

Una combinación de educación, supervisión y comunicación abierta, hacen posible mitigar los riesgos y garantizar un entorno en línea seguro para los más pequeños. Pero lo ideal es evitar la exposición al fenómeno. Aquí te presentamos algunas estrategias efectivas que puedes usar para evitar que tus hijo/as se enfrenten al ciberacoso:

  1. Establecer límites claros sobre el uso de la tecnología: Desde una edad temprana, es importante establecer límites claros sobre cuándo y cómo se pueden usar los dispositivos electrónicos y acceder a Internet. Establecer horarios específicos para el uso de la tecnología y limitar el tiempo de pantalla puede ayudar a reducir la exposición al ciberacoso y promover un equilibrio saludable entre la vida en línea y fuera de línea.
  2. Supervisar la actividad en línea: Los padres deben supervisar de cerca la actividad en línea de sus hijos y estar al tanto de los sitios web que visitan, las aplicaciones que utilizan y las personas con las que interactúan. Utilizar herramientas de control parental y establecer filtros de contenido puede ayudar a evitar el acceso a sitios web inapropiados y proteger a los niños de depredadores en línea y acosadores.
  3. Educar sobre el ciberacoso: Es fundamental educar a los niños sobre los peligros del ciberacoso y enseñarles a reconocer las señales de que están siendo acosados en línea. Anima a tus hijos a hablar abiertamente sobre cualquier experiencia de ciberacoso que puedan enfrentar y bríndales apoyo y orientación para manejar la situación de manera efectiva.
  4. Fomentar la comunicación abierta: Mantén abiertas las líneas de comunicación con tus hijos y anima a hablar sobre sus experiencias en línea, ya sean positivas o negativas. Crea un ambiente de confianza en el que tus hijos se sientan cómodos compartiendo cualquier preocupación o problema que puedan tener en línea, incluido el ciberacoso.
  5. Enseñar habilidades de resolución de conflictos: Enseña a tus hijos habilidades de resolución de conflictos y estrategias para manejar situaciones difíciles en línea de manera constructiva. Anima a tus hijos a no responder al ciberacoso con más odio o agresión, y enséñales a bloquear a los acosadores y buscar ayuda cuando sea necesario.
  6. Promover el respeto y la empatía: Fomenta una cultura de respeto y empatía en línea, donde los niños traten a los demás con amabilidad y compasión. Enseña a tus hijos a ser conscientes del impacto de sus palabras y acciones en línea y a intervenir si ven a alguien siendo acosado.
  7. Establecer reglas y consecuencias de no cumplirlas: Establece reglas claras sobre el comportamiento en línea y las consecuencias de violar esas reglas. Asegúrate de que tus hijos comprendan las expectativas y responsabilidades asociadas con el uso de la tecnología y el comportamiento en línea apropiado.
  8. Buscar recursos y apoyo: Si tú o tus hijos están experimentando ciberacoso, no dudes en buscar recursos y apoyo. Comunícate con la escuela de tu hijo, los administradores del sitio web en cuestión o las plataformas de redes sociales, y busca el sostén de amigos, familiares y profesionales de la salud mental.

Al tomar medidas para proteger a tus hijos y enseñarles habilidades para navegar el mundo digital de manera segura y responsable, puedes ayudar a garantizar un entorno en línea positivo y seguro para ellos.

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