Lo personal es político: resonancias sociales de un slogan feminista

"Uno de los efectos de la ascensión de las luchas feministas ha sido la popularización de algunos de sus slogans, muchos de los cuales operan como símbolos de ese movimiento (…) en donde se sintetizan un conjunto de reivindicaciones y disputas".

21/05/2024
manifestación en Estados Unidos por la liberación de las mujeres
Manifestación en Estados Unidos por los derechos de las mujeres.

Los feminismos atravesaron las fronteras del “viejo mundo” para arribar a los países de América Latina a mediados del siglo XIX. Hay quien diga que “no le debe nada a las feministas” o que afirmar este posicionamiento es una especie de chantaje emocional. A mí me parece tan trivial ese raciocinio que considero inútil gastar energía en contra-argumentar. Primero porque los feminismos se han forjado en un diálogo cada vez más potente con muchos otros movimientos sociales como el movimiento LGBT y el movimiento negro, por solo citar dos de ellos. En segundo lugar porque si en los días de hoy una mujer puede escribir en un espacio público (inclusive hasta para declarar su postura anti-feminista) es porque no pocas sufragistas sumaron esfuerzos para ello. Negar eso no es apenas trivial, sino una ignorancia histórica.

Precisamente uno de los efectos de la ascensión de las luchas feministas ha sido la popularización de algunos de sus slogans, muchos de los cuales operan como símbolos de ese movimiento. Un slogan no es apenas una frase de efecto, en todo caso sintetiza un conjunto de reivindicaciones y disputas. Además de ello, por la simplicidad que le es propia, conlleva una facilidad de hacer circular el mensaje.

Una de los slogans que circula y mantiene su vigencia es: “lo personal es político”, máxima enunciada a finales de los años 1960 por Carol Hanisch en grupos del Movimiento de Liberación de las Mujeres, en Estados Unidos. Este slogan simbolizó la posibilidad de que muchas mujeres se organizaran para debatir asuntos relativos a su condición social. Este slogan emergió en un contexto donde primaban los grupos de mujeres como espacios de encuentro y activismo, donde comenzó a ser analizado que muchos de los problemas que las mujeres enfrentaban en el espacio doméstico no estaban restrictos a una esfera íntima, sino que eran resultantes de una estructura social (el patriarcado) que les imponía un conjunto de obligaciones y las asociaba a una “esencia femenina”. Por tanto, las desigualdades que enfrentaban las mujeres eran fruto de una organización patriarcal de la sociedad.

«Lo personal es político»: una potencia transformadora

Consecuentemente, organizarse colectivamente para enfrentar estas desigualdades tenía una potencia transformadora. Tal organización fue posible a partir del entendimiento de las raíces estructurales de problemas domésticos. Por tanto, politizar la estructura familiar (esa que hasta los días de hoy la ONU celebra con una fecha conmemorativa, me refiero al 15 de Mayo, establecido como el día de las familias), fue uno de los primeros pasos para gestar un escenario de lucha y reivindicaciones políticas en torno a la esfera familiar, la misma que hasta hoy continúa adjudicando a las mujeres la mayor carga de trabajo doméstico, des-responsabilizando a los Estados con la creación de políticas e infraestructuras sociales que acojan ese trabajo de reproducción social, sin el cual la vida no acontece. Sin ropa limpia, sin desayuno, sin locales de trabajo higienizados ni siquiera la maquinaria del capitalismo neoliberal en el que vivimos hoy se mantendría.

Trabajo doméstico, sexualidad, reproducción, educación y cuidado de hijos deben seguir siendo politizados de formas radicales y revolucionarias si aspiramos a un mundo que no se sustente más en el trabajo gratuito y la subsecuente opresión de las mujeres y de otras minorías sociales. Usted que lee esta columna: qué otros slogans feministas conoce y cómo ellos te inspiran? Comenten.

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Psicóloga por la Universidad de Oriente, Cuba. Máster en Intervención Comunitaria (CENESEX). Doctora en Ciencias Humanas (Universidad Federal de Santa Catarina). Investigadora de Post Doctorado vinculada a la Universidad de São Paulo, Brasil. Feminista, con experiencia en varias organizaciones y movimientos sociales.