"El despertar feminista, como cualquier otro despertar de la conciencia, es traumático y disruptivo... Siempre será difícil oponerse al espíritu de una época y nuestra época es patriarcal y autoritaria."
"El Estado cubano se ha negado a reconocer y legislar el feminicidio y la violencia de género”, comenta Ileana Álvarez, “lo que ha perpetrado una cultura de impunidad".