Feminicidio | Dos nuevas víctimas en Cuba por violencia machista

Yurislaidis Revé Hernández y Cary Vidal son los nombres de las dos últimas víctimas de feminicidios reportadas por plataformas y medios independientes en Cuba.

Sus nombres se suman a casi una veintena de mujeres que han sido asesinadas en este año, principalmente por sus parejas y exparejas.

La muerte de Cary Vidal, una joven de solo 24 años de edad, fue reportada el pasado 11 de octubre. Los hechos ocurrieron a la entrada costera de la zona 23 de Alamar, Habana del Este.

El feminicidio de Revé Hernández, también conocida como Tatica, sucedió solo cuatro días después, el 15 de octubre, en el Oriente de la isla, Holguín. A esta mujer la sobrevive una niña de 3 años, hija de su propio victimario.

Pese a las frecuentes denuncias de feminicidios, observadas en redes sociales y en la prensa independiente, el gobierno cubano no los visibiliza en sus medios, ni los contabiliza en estadísticas públicas.

En un artículo de Alina Herrera publicado en El Toque, se describe la importancia de la recopilación de estos datos de la siguiente manera:

“La conformación de un registro de feminicidios permite graficar las causas y motivaciones que conllevaron al hecho, los escenarios donde tienen lugar, los modos en que sucedieron, las relaciones entre víctimas y victimarios, las violencias que le precedieron y si estas fueron atendidas a tiempo o no por las autoridades. Todo ese caudal de información es tomado en cuenta para conformar las políticas de género, de prevención al feminicidio y de protección a las víctimas”.

A esta necesidad de desarrollar un archivo, se suma la urgencia de implementar casas de acogida en todo el país, a la vez que tipificar el feminicidio dentro de las leyes cubanas. Se debe además fortalecer el sistema educativo con una enseñanza que deconstruya los roles de género, se visibilicen los espacios de ayudas públicas y los mecanismos de prevención establecidos en la sociedad, etc.

Se hace ineludible también la capacitación del cuerpo policial, quien usualmente es el primero que se enfrenta a una denuncia de violencia machista.

Y por supuesto, queda aún pendiente la firma de una Ley Integral Contra la violencia de Género, exigida por la sociedad civil cubana en 2019, y excluida sin justificaciones del cronograma legislativo aprobado para el actual período de sesiones.

El Anuario Estadístico de Salud de Cuba reconoce dentro de las 35 primeras causas de muerte de la isla, a las agresiones. En el informe publicado en 2019 se afirma que producto de esta causa murieron 105 mujeres ese año.

Otros datos oficiales corroboran la situación de vulnerabilidad de las mujeres. Por ejemplo, la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género del año 2016 arrojó que un 26,7 % de mujeres declaró haber sufrido violencia machista en su relación de pareja en los últimos doce meses.

Aunque este panorama brinda un profundo desasosiego, la presión que en la actualidad ejercen activistas y plataformas como #YoSíTeCreoEnCuba, Red Femenina de Cuba, Red Defensora de los Asuntos de la Mujer, entre otras, ha provocado discretas reacciones del gobierno cubano quien recientemente ha establecido la línea 103 para responder a “denuncias de violencias de género y de otros maltratos que ocurren en el escenario familiar”.

Un artículo publicado de forma reciente en Cubadebate, donde se menciona la implementación de esta línea telefónica, augura, al parecer, nuevas acciones por parte del gobierno, sin embargo, en el ínterin, las mujeres cubanas continúan viviendo inseguras dentro de sus propios hogares.