Violencia de género o “acércate, mamita, no temas, que en Cuba todos somos iguales”
Toda la vida he escuchado, en la calle y en boca de los hombres de la familia, la frase incluida en el título de este trabajo. Me parece que esa frase tan cotidiana es el resultado de lo que por años se dijo y se dice en Cuba: “Aquí todos somos iguales”. Puede ser que en cierta medida se hayan trazado políticas que traten, por todos los medios, de reducir las diferencias que en la sociedad pueden sufrir los negros, los gay, las mujeres… ¿pero lo hemos logrado, a casi 60 años de comenzar el proceso revolucionario y con una organización como la FMC que organiza y protege los derechos de las féminas? La respuesta tendría varias aristas a analizar desde los más variados puntos de vista, por eso el libro Violencia de género. Una mirada desde la sociología (Editorial Científico Técnica, La Habana, 2014), de Iyamira Hernández Pita, viene a darnos varias de las respuestas a la dualidad peligrosa en que viven las mujeres cubanas, de ser a nivel social reconocidas y en el ámbito cotidiano volver a las cavernas como las “mamitas” de su hombre que puede hacer cualquier cosa con ellas. Es en ese entorno privado donde se genera la violencia que se invisiviliza a nivel de país, porque no se toman en cuenta las señales que evidencian este fenómeno y sus consecuencias de respuestas violentas por parte de la mujeres, al carecer de herramientas para defenderse.
La investigadora articula toda una estructura de contenidos que van desde lo conceptual hasta lo puramente explicativo con las experiencias vividas por mujeres que han dado muerte a sus esposos. Todo el texto es una unidad de saberes que conjuga lo puramente anecdótico con los desafíos que tienen que atravesar las disciplinas investigativas, dígase las ciencias sociales, la psicología y la sociología, para buscar un diagnóstico que responda a una realidad que no queremos ver en la Cuba actual.
El libro comienza con un breve testimonio de una mujer violentada: “Sobrevivir a la violencia es como alejarse de un voraz incendio que consume tu vida. Y la definición de usted misma está llena de detalles de cómo empezó este fuego atroz, cómo se esparció y el tiempo que usted tardó en saltar a un lugar seguro. A veces empieza con un cerillo olvidado. Y antes de que se dé cuenta del peligro, su vida está envuelta en llamas”.1
Este es el opening de una lectura que nos llevará desde lo analítico hasta desgarradoras realidades. Tiene un prólogo escrito por Javier Salado Villacín, unas palabras de la autora y un orden que comienza con la siguiente interrogación: ¿Por qué la violencia contra la mujer?, de donde se desprenden los acápites: “Proceso de socialización y construcción de género”, “Reflexión sociológica sobre la teoría de género”, “Qué ha sucedido con los hombres”, entre otros.
Posee un segundo segmento titulado: “Violencia contra la mujer como prolema social de salud y de derechos”, con los apéndices: “Maltrato psicológico en la vida cotidiana como manifestación de la violencia”, “Influencia del factor autoestima dentro de la relación mujer maltratada-hombre maltratador”, “Violencia simbólica”, “Situación social de la mujer cubana”, “Víctimas y victimarias. Respuesta legal e institucional. El caso cubano”, entre otros. Por último, incluye una bibliografía a consultar, importantísima para orientarnos hacia dónde debemos dirigirnos para buscar información especializada y, a mi entender, un cierre magistral con el segmento titulado “Historias de vida”, que completa la información. Son diez desgarradoras historias de mujeres que cumplen prisión por haber dado muerte a sus esposos o compañeros de vida como salida desesperada tras varios años de maltrato. Cuando se leen estos testimonios, muchas preguntas pueden colmar nuestras cabezas y ponernos a pensar acerca de este fenómeno invisibilizado en Cuba, porque son mujeres poco orientadas (la trascripción textual de las entrevistas lo evidencia), han tenido una niñez de maltratos y acosos, no les prestaron la debida atención cuando denunciaron en su momento a sus esposos por los maltratos a que eran sometidas.
En realidad, estas historias demuestran la necesidad que existe en Cuba de ampliar la educación de nuestras niñas y mujeres hacia la defensa de su integridad y de su visión a la hora de seleccionar una pareja; pero también, se hace urgente que las mujeres cubanas sepan cuáles son los terrenos y saberes a los que debemos guiar la educación de los hijos varones y no convertirlos en herramientas de abusos machistas que muchas veces atentan contra ellas mismas, problema principal en boca de la mujer de la historia de vida número 10: “Nunca he tenido pensamientos machistas, mi madre, sin embargo, sí, ella me culpaba a mí de todo, decía que yo quería ser liberal y a los hombres había que respetarlos, yo le decía que yo también merecía respeto, me molestaba tener que ser sumisa”.2
El libro Violencia de género. Una mirada desde la sociología, de Iyamira Hernández Pita, viene a poner delante de nuestros ojos una verdad que no admite justificaciones, la frase “ven mamita, no temas, que en Cuba todos somos iguales” encierra el comodín que sirve de camuflaje al maltrato hacia la mujer, problema que quizás la mayoría no queremos reconocer ni enfrentar. El libro cierra sus testimonios con vivencias contadas por las propias mujeres, realidad que nos deja un sabor incierto como féminas cubanas, y numerosas preguntas.
Cuba no es el país con más discriminación de género ni mucho menos, tiene políticas sociales envidiables por otros países latinoamericanos, pero sí necesitamos revisar nuestros patrones educacionales y culturales para poder completar todas las políticas sociales encaminadas a la NO VIOLENCIA HACIA LA MUJER (y yo agregaría) Y LAS NIÑAS, para dejar de ser unas “mamitas” conquistadas con la doble cara que encierra los verdaderos empoderamientos machistas en muchos de los hombres cubanos.
(Tomado de: Alas Tensas, revista feminista cubana, no. 2, noviembre 2016: www.alastensas.com)
- Iyamira Hernández Pita: Violencia de género. Una mirada desde la sociología, Ed. Científico-Técnica, La Habana, 2014, p.3.
- Ob. cit., p. 158.
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Excelente artículos. Gracias a Alas Tensas por existir