Patrimonio: género, inclusión y diversidad

“La marca patriarcal que ha acompañado al patrimonio excluye sistemáticamente las experiencias y contribuciones de las mujeres y otros grupos marginados.”

La historia, en su narrativa tradicional, ha sido moldeada por la visión androcéntrica que ha dominado durante siglos. Desde tiempos remotos, los relatos históricos se cuentan desde la perspectiva masculina, destacando los logros, hazañas y legados de los hombres, mientras que las contribuciones y experiencias de las mujeres son sistemáticamente ignoradas o minimizadas. Esta visión sesgada de la historia ha perpetuado un profundo letargo en cuanto a la representación e importancia de las mujeres en el relato histórico, contribuyendo así a la invisibilización de su papel en la sociedad.

La construcción de género, arraigada en la cosmovisión occidental, ha asignado roles sociales específicos a cada uno, legitimando así la división del trabajo y del espacio público y privado de acuerdo a estereotipos. Los hombres han sido asociados con el ámbito público, la acción y el poder, mientras que las mujeres han sido confinadas al ámbito privado, relacionado con el cuidado y la reproducción. Esta división de género ha permeado todas las esferas de la sociedad, incluyendo la forma en que se ha construido y preservado el patrimonio cultural.

Por ejemplo, en su ensayo “La mujer cubana en la guerra del 68”, la investigadora Olga García Yero apunta:

Patrimonio y género

El patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, transmitido de generación en generación, refleja y legitima los valores y normas de la sociedad. Sin embargo, la marca patriarcal que lo ha acompañado y que excluye sistemáticamente las experiencias y contribuciones de las mujeres y otros grupos marginados conlleva una lectura incompleta y distorsionada de la historia, lo que a su vez perpetúa estereotipos de género y contribuye a la invisibilización de la diversidad identitaria de una sociedad.

Esta visión sesgada también ha influido en la educación patrimonial, que busca promover el conocimiento y la valoración del patrimonio cultural. Es fundamental reconocer que la historia no es un conjunto estático de hechos aislados, sino una construcción dinámica que se modifica con el tiempo y la perspectiva. En este sentido, es imperativo cuestionar y desafiar las narrativas históricas tradicionales, buscando ampliar la mirada para incluir las voces y experiencias de todas las personas, independientemente de su género, raza, orientación sexual o condición social. Solo así podremos construir una historia más completa y justa, que refleje la diversidad y complejidad de la experiencia humana a lo largo del tiempo.

En España se desarrolla el proyecto Didáctica 2.0 Museos en Femenino. Se lleva a cabo en el Museo del Prado, Centro de Arte Reina Sofía, Museo Arqueológico Nacional, Museo del Traje y Museo González Martí. Es un proyecto que se fundamenta bajo una metodología feminista. Su propósito es reivindicar la participación activa y significativa de las mujeres en las prácticas culturales y en los procesos históricos. Para lograrlo, se centra en dos acciones críticas: primero, la revisión de los sistemas de catalogación, los criterios expositivos y los textos que acompañan a las obras expuestas; y segundo, la generación de nuevas interpretaciones que destaquen las presencias y ausencias femeninas, así como las relaciones de poder a lo largo de la historia. En última instancia, el objetivo es que tanto niños como adultos encuentren en las obras de arte una voz propia y una conexión emocional, trascendiendo las barreras culturales y sociales.

El Archivo Mujeres y Géneros, una iniciativa del Archivo Nacional de Chile, tiene como objetivo visibilizar, proteger y otorgar carácter patrimonial a las producciones culturales que reflejan la vida cotidiana de las mujeres, sus luchas sociopolíticas, las construcciones de género y las actividades femeninas en este país. Actualmente, consta de 21 fondos documentales que abarcan la historia y la memoria del movimiento feminista y las diversidades sexuales.

El archivo se originó en 2011 como parte del Programa Equidad de Género – Patrimonio y Género, creado en 2002. Su objetivo es contribuir a superar las inequidades y las formas de discriminación de género, tanto simbólicas como materiales. Profesionales de diversas instituciones se unieron para pensar y transformar la relación entre las mujeres, el género y lo que se considera patrimonio. En el Archivo Nacional, Emma De Ramón, en ese momento coordinadora del Archivo Nacional Histórico, asumió este desafío. Con el apoyo del Programa de Equidad de Género, comenzó a trabajar para revertir la invisibilidad histórica de las mujeres y los movimientos LGBTI en el ámbito archivístico.

Museums Without Men (MWM), conocido como “Museos Sin Hombres” en español, es un proyecto de audio-guías desarrollado en cinco museos ―Metropolitan Museum of Art, los Museos de Bellas Artes de San Francisco, el Museo Hirshhorn y el Sculpture Garden, Tate Britain y el Hepworth Wakefield― de Estados Unidos y el Reino Unido. Las audio.guías se enfocan en las obras de arte en colecciones de todo el mundo creadas por mujeres y artistas no conformes con el género cuyos nombres podrían ser menos conocidos para algunas audiencias. Además, explican los desafíos a los que algunas de estos artistas tuvieron que enfrentarse para crear su obra. El objetivo final es que MWM esté activo en todo el mundo y muestre a personas de todos los orígenes, géneros y edades que también pueden formar parte de esta conversación artística.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo los museos, archivos, bibliotecas y otras instituciones culturales pueden ejercer un papel fundamental en este proceso de revalorización y reinterpretación del patrimonio desde una perspectiva de género.

La representación equitativa en el ámbito patrimonial implica no solo incluir a las mujeres y otros grupos marginados en la narrativa histórica, sino superar los sesgos de género y construir un patrimonio cultural que refleje verdaderamente la riqueza y la diversidad de nuestra identidad colectiva.

Inclusión con perspectiva de género

Es crucial adoptar una perspectiva feminista en el ámbito del patrimonio cultural, que permita visibilizar y valorar las contribuciones y experiencias de las mujeres y otros grupos marginados. Esto implica cuestionar los relatos dominantes y abrir espacio para nuevas interpretaciones que reflejen la diversidad y complejidad de la historia y la cultura.

La inclusión de una perspectiva feminista en el ámbito del patrimonio cultural debe cuestionar las estructuras de poder y las jerarquías de género que han perpetuado la exclusión y la marginalización de ciertos grupos. Esto requiere un proceso de descolonización de la historia y el patrimonio que permita visibilizar las voces y experiencias de aquellos históricamente silenciados. Lo que implica abrir espacio para nuevas interpretaciones que reflejen la diversidad y complejidad de la historia y la cultura.

En este sentido, es importante destacar el papel de las mujeres en la preservación y transmisión del patrimonio cultural. Las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la conservación de tradiciones, conocimientos y prácticas culturales a lo largo de la historia, contribuyendo así a la riqueza y diversidad del patrimonio cultural de la humanidad.

Sin embargo, la historiografía tradicional ha invisibilizado o minimizado frecuentemente su papel. Es necesario reconocer y valorar el papel de las mujeres en la preservación y transmisión del patrimonio cultural, así como promover su participación activa en la gestión y toma de decisiones en este ámbito.

Museos Diversos en Argentina es un programa que celebra la diversidad y tiene como objetivo acercar a distintas historias, relatos personales y a la lucha por los derechos relacionados con el género y la diversidad sexual. Aunque se enfoca especialmente en las comunidades LGTBI+, también colabora con diferentes colectivos y movimientos para promover una cultura inclusiva y abierta para todas las personas. El programa ofrece talleres y oportunidades de formación con una perspectiva de género, y se esfuerza por garantizar la representación equitativa en exposiciones, actividades, premios y jurados organizados por el Ministerio.

Desde 2021, la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) trabaja en una estrategia para incorporar la perspectiva de género en la gestión del patrimonio cultural. El enfoque de esta iniciativa tiene múltiples dimensiones. En primer lugar, se dirige hacia el interior de la Dirección, que se ha convertido en un espacio de crecimiento y realización para muchas mujeres. Además, se consideran las instituciones culturales de la OHCH como espacios donde se ha visibilizado la obra intelectual y creativa de las mujeres en diferentes ámbitos. Estas instituciones también desempeñan un papel importante en la atención y empoderamiento de niñas, adolescentes y mujeres. Todo esto se ha logrado gracias a programas sociales y proyectos de cooperación internacional en los últimos años.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer en este año 2024, surgió desde la Dirección de Bienes Patrimoniales de la OHCH el proyecto “Mujeres en el Mapa”. Esta exhibición destaca a mujeres que han dejado su marca en el Centro Histórico de La Habana, utilizando un mapa interactivo que muestra sus conexiones con diversos lugares de la ciudad. La muestra es colaborativa y está abierta a nuevas contribuciones, invitando a compartir historias de mujeres asociadas, en principio a La Habana, pero pretende extenderse hacia todo el país. El objetivo es celebrar la diversidad y el legado de las mujeres en las ciudades cubanas, animando a explorar el mapa y descubrir estas historias.

Es importante destacar que el patrimonio cultural no solo incluye monumentos y obras de arte; también incluye prácticas culturales, tradiciones, conocimientos y formas de vida que se transmiten a través de las generaciones. Estas expresiones culturales están intrínsecamente ligadas a la vida cotidiana de las comunidades y desempeñan un papel crucial en la construcción de identidades y en la preservación de la memoria colectiva.

Existen proyectos para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial con enfoque de género que abordan aspectos como la trasmisión de saberes, técnicas, roles, identidades, entre otros. En América Latina, estos proyectos los promueve el Centro Regional para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural de América Latina (CRESPIAL) bajo los auspicios de la UNESCO.

Es fundamental promover una visión inclusiva y diversa del patrimonio cultural, que reconozca y valore las contribuciones de todas las personas y grupos que han participado en su creación y preservación a lo largo de la historia. La representación equitativa en el ámbito patrimonial requiere un compromiso activo por parte de las instituciones culturales, así como de la sociedad en su conjunto, para superar los sesgos de género y construir un patrimonio cultural que refleje verdaderamente la riqueza y la diversidad de nuestra identidad colectiva.