En este ensayo, Virginia Woolf hace un inteligente análisis de la lectura, no solo como pasatiempo, sino como recurso para el desarrollo del pensamiento autónomo.
“Los movimientos totalitarios prefieren métodos que concluyan en la muerte más que en la persuasión, que difundan el terror más que la convicción.”
“Sólo donde existen grandes masas superfluas, o donde estas pueden ser sacrificadas sin resultados desastrosos, es posible una dominación totalitaria.”
Las memorias de Nadeszda Mandelstam son un recordatorio de cuán necesarias son la solidaridad y la fortaleza moral ante el aparato deshumanizador totalitario.
“Más que una simple carrera o una profesión, la literatura es, en primer lugar, una de las maneras fundamentales de nutrir la conciencia.”
Sobre la capacidad de la literatura para abstraernos del presente, sobre la genialidad de Cervantes y el valor de la risa, habla Dulce María Loynaz en este texto.
“Entre las mujeres novelistas de gran talento o geniales, ninguna sobrepasa en altura a Selma Lagerlöf.”
Nadine Gordimer: “Hemos visto nuestros libros prohibidos por años en nuestros propios países, y hemos seguido escribiendo.”
Convencida desde su juventud de la necesidad de transformar las normas sociales, Concepción Arenal defendió el derecho de la mujer a la educación.
“Un cuento es bueno cuando podemos seguir viendo más y más cosas en él, y cuando, pese a todo, sigue escapándose de uno.”