Teatro | “Arrancamiento”, mapa documental de la violencia vicaria

Nueva obra de Pamela Palenciano expone la violencia vicaria y demuestra el compromiso con una causa social convertida en propósito de vida.

Pamela Palenciano en la obra "Arrancamiento". Foto: Vanesa Esteban Pino
Pamela Palenciano en la obra "Arrancamiento". Foto: Vanesa Esteban Pino
ya no hay hogar al que regresar…
Elizabeth Palenciano: Valiente

Arrancamiento, del colectivo No solo duelen los golpes, espectáculo actuado por Pamela Palenciano, con dramaturgia de Iván Larreynaga y dirigido por Laura Pacas, es lo que debe ser una obra de teatro documental y político. Después de verla, salimos de Teatro del Barrio con deseos de cambiar el mundo.

El teatro político, fundado y practicado a inicios del siglo XX por Erwin Piscator, y luego por Bertolt Brecht, ha producido desde entonces hasta nuestros días incontables obras, movimientos, agrupaciones. Considero que lo más difícil, cuando de teatro con una voluntad política se trata (casi todo el teatro es político), y también en el caso del teatro documental, es lograr que esas ideas, ese reclamo, ese ritual de la memoria, ese compromiso cívico que tiene detrás un grito movilizador de masas, transite hacia la escena convirtiéndose en un hecho artístico.

Mucho del teatro político, con ideas interesantes, con el estudio de casos reales provechosos y con preguntas necesarias, no interpela a mayor número de espectadores precisamente porque se queda en panfleto. Así ocurre con el teatro documental cuando no sabe bordar con manos finas y cuidadosas el material del que parte, por valioso que este sea. A menudo revictimiza a quienes dan sus testimonios, y no logra integrar esa amalgama de emociones que, si no se dosifican bien, en lugar de empatía, provocan saturación o desinterés.

Arte y denuncia

Arrancamiento respeta al espectador, del mismo modo que, con guantes de seda, se acerca a los casos reales de víctimas de violencia vicaria, en los que basa su guion. Dosifica las emociones para que el público pueda reír a carcajadas con los personajes y comportamientos humanos que parodia Pamela en su excelente interpretación. También genera espacios para el llanto liberador, el descubrimiento del horror ante la violencia intrafamiliar, el reconocimiento de una sociedad enferma que debe sanar y admitir que lo está haciendo mal.

Pamela Palenciano en la obra "Arrancamiento", sobre la violencia vicaria. Foto: Vanesa Esteban Pino
Pamela Palenciano en la obra «Arrancamiento». Foto: Vanesa Esteban Pino

Las escenas, magistralmente concebidas y cocidas entre sí, permiten liberarnos luego de ese dolor y reflexionar, con el apoyo de citas muy bien seleccionadas y materiales tomados de diversas fuentes que se proyectan en pantalla.

Los audios, ficcionados para el espectáculo, tienen como fundamento los testimonios reales. Eso aporta un valor agregado, pues la obra se vuelve así un esfuerzo estético por hacer una reconstrucción de los hechos, un mapa documental visceral.

El desempeño de Pamela Palenciano en esta nueva obra, tal como lo hizo en No solo duelen los golpes, demuestra que la verdad en escena y el compromiso con una causa social convertida en propósito de vida, pueden transformar el trabajo en ofrenda ritual hacia la especie humana.

Violencia vicaria

En esta historia, el personaje de la madre opera como representación de todas las madres que transitan por un proceso que Pamela define como “calvario”. Pues hasta el último momento, la madre tiene que afrontar todas las etapas del sufrimiento: primero convivir con el horror de saber que están abusando sexualmente de sus hijos, luego iniciar el tortuoso camino hacia la denuncia y los juzgados, pasando por exámenes médicos, abogados, crisis de las criaturas, y asumir el riesgo de que al solicitar una custodia compartida solo consiga perder la patria potestad.

A propósito de este riesgo, vale recordar las teorías infundadas de Richard Gardner, un psiquiatra estadounidense que, siendo propietario de una editorial, dio a conocer el SAP (Síndrome de Alienación Parental) en 1985. Tales teorías sustentan buena parte de este modo de proceder. Gardner promovió la idea de la madre manipuladora, vengativa, y justificó los casos de pedofilia. El seudocientífico terminó suicidándose, solo que su esquema aún es tenido como ciencia en ciertos países y juzgados. España es uno de los cinco territorios en los que el SAP se tiene en cuenta a la hora de valorar una denuncia por abuso sexual infantil.

Lo que nos cuenta Pamela en esta obra es el registro de una investigación sostenida durante más de quince años, con madres protectoras y sus hijos en el proceso de denunciar y alejar a los maltratadores. Es algo que ocurre en muchos países. Recientemente, en medios españoles estalló uno de esos casos, cuando una madre, al ir a recoger a su hija en el colegio, supo que esta había sido llevada a Asuntos Sociales para valorar un posible SAP. Esa madre lleva 56 días imposibilitada de comunicarse con su hija.

En los casos que documenta el colectivo No solo duelen los golpes, se muestra el arrancamiento que suele producirse cuando las autoridades separan a los niños de sus madres, si estas infringen la ley que les impide ver a sus hijos, o si se alejan del perímetro establecido. Imaginemos por un momento el pánico que sienten esas progenitoras al saber que sus críos pasan tiempo con sus maltratadores.

Son contundentes las cifras y duras pruebas de infantes asesinados por sus padres como radical expresión de la violencia vicaria: al no poder cobrársela a las mujeres, lo hacen con sus hijos. Esto lo permite un sistema con sus leyes y decretos, una sociedad que vuelve la cara y elige no ver ese dolor porque no le ha tocado vivirlo, o por miedo. Así, somos cómplices, lo reconozcamos o no.

Pamela Palenciano en la obra "Arrancamiento", sobre la violencia vicaria. Foto: Vanesa Esteban Pino
Pamela Palenciano en la obra «Arrancamiento». Foto: Vanesa Esteban Pino

Valiente

La voz de Elizabeth Palenciano, “hermanager” de Pamela, interpreta la hermosa canción “Valiente”, junto a su grupo Ginger Joy; un tema compuesto especialmente para el espectáculo.

Acompaña la instalación de la última escena, la silueta de un corazón trazado con velas y prendas de vestir en el escenario. Es la manifestación de la voluntad materna de reconstruir una vida para su hijo, aunque ambos saben que su existencia está marcada para siempre. También se escucha la voz de una niña abusada, que alienta a todos a pedir ayuda y tomar conciencia de que no están solos.

Arrancamiento es una obra de arte, la puesta en escena de hechos estilizados con los recursos del teatro. Ahora bien, sus entrañas son esa multiplicidad de voces y batallas que muchas personas reales libran todos los días. Aquí les comparto la canción que, intuyo por mi propia experiencia, quedó resonando en el público.

Recomiendo acercarse a este tejido vivo, necesario, imprescindible. Es una obra que palpita y cuenta una realidad no muy alejada de cualquiera de nuestras posibles vidas.

Vendrán a buscarme y no sabré cómo escapar.
Toca ser valiente, vuelve a respirar.
No podrás defenderte, no sabrás en quien confiar.
Toca ser valiente, vuelve a comenzar.

Pamela Palenciano en la obra "Arrancamiento", sobre la violencia vicaria. Foto: Vanesa Esteban Pino
Pamela Palenciano en la obra «Arrancamiento». Foto: Vanesa Esteban Pino

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