60 años después, Choi Mal-ja es absuelta por morder la lengua del hombre que intentó violarla

En 1965, Choi Mal-ja fue a la cárcel por morder la lengua de su agresor. Seis décadas más tarde, la justicia de Corea reconoce que fue un error culparla.

| Mundo | Noticias | 16/09/2025
Choi Mal-ja celebra su absolución tras 60 años de una injusta condena.
Choi Mal-ja celebra su absolución tras 60 años de una injusta condena.

Choi Mal-ja tenía 18 años cuando un hombre de 21 entró por la fuerza a su casa, la inmovilizó en el piso e intentó abusar de ella. Choi se defendió de la única manera que pudo: mordió la lengua del hombre hasta arrancarle un pedazo. Solo así logró liberarse y huir. Era el año 1964 en la ciudad de Gimhae, en Corea del Sur, y aunque su atacante fue condenado por allanamiento de morada e intimidación, permaneció apenas seis meses en prisión. Choi, sin embargo, recibió una condena de diez meses porque, según el tribunal, sus actos habían excedido lo admisible como legítima defensa.

En aquella ocasión, los abogados y hasta los propios jueces le preguntaron si estaría dispuesta a casarse con su agresor. Esa sería, dijeron, la mejor forma de cerrar el caso, pues al convertirse en su esposa aliviaría el daño causado a un hombre que, por haber perdido parte de su lengua, ya ninguna otra mujer aceptaría.

Él llegó incluso a exigirle una indemnización por las lesiones recibidas y otra vez volvió hasta la casa de Choi para amenazarla con un cuchillo. Nadie lo juzgó por eso, como tampoco lo juzgaron por su intento de violación.

Una fuente de esperanza

Durante décadas Choi Mal-ja vivió con el doble estigma de una agresión sexual y una injusta condena. No tuvo apoyo psicológico, ni se le reconoció su condición de víctima, ni se le impuso a su agresor una medida de alejamiento. Su caso quedó en los libros de texto de Derecho como ejemplo del desamparo legal de la mujer que intenta defenderse de la violencia sexual.

Pero en 2018 Choi supo del movimiento MeToo y decidió limpiar su nombre. Durante dos años buscó asesoramiento, reunió pruebas y se preparó para solicitar un nuevo juicio. Muchos tribunales rechazaron su petición, pero ella no cejó en su empeño. No se trataba solo de ella, decía: otras mujeres en la misma situación no deberían tener que soportar el dolor solas.

A fines de 2024, el Tribunal Supremo de Corea accedió a revisar su caso. El 10 de septiembre de 2025, con 79 años de edad, Choi Mal-ja recibió por fin su absolución y una disculpa oficial del sistema de justicia coreano. “Hemos causado un sufrimiento y una agonía indescriptibles a Choi Mal-ja”, dijo durante el nuevo juicio el juez Jeong Myeong-won: “Como víctima de un delito sexual, debió haber recibido nuestra protección y no la tuvo”.

En una rueda de prensa tras su absolución, Choi explicó: “Hace 61 años, en circunstancias donde yo apenas comprendía lo que estaba sucediendo, la víctima se convirtió en culpable y se selló mi destino como una criminal. Pensando en otras mujeres que han corrido la misma suerte, quise ser una fuente de esperanza para ellas”.

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