Observatorio | La violencia digital también mata
En Cuba y en toda América Latina, las brechas legales y la impunidad amplifican el daño.
Acoso, chantaje, difusión de imágenes íntimas, discursos de odio. Lo que ocurre en redes no queda en la pantalla: cruza al cuerpo, a la mente y a la vida real de las mujeres.
En Cuba y en toda América Latina, las brechas legales y la impunidad amplifican el daño. Por eso, hablar de violencia digital es hablar de derechos humanos, libertad de expresión y justicia de género.
La agresión digital causa un daño psicológico devastador
La violencia digital, lejos de ser un fenómeno inofensivo que se limita al espacio virtual, se ha consolidado como un arma que genera graves consecuencias en el mundo real, incluyendo la muerte.
El ciberacoso persistente, la difusión no consentida de imágenes íntimas y las amenazas de muerte o violación, actúan como precursores de la violencia física. Estas formas de agresión digital causan un daño psicológico devastador, aislamiento social y vergüenza pública en las víctimas, llevándolas en algunos casos al suicidio.
Para muchas mujeres y niñas, el constante asedio en línea crea un entorno de terror que aniquila su salud mental y las empuja a situaciones límite. La creación de un entorno seguro requiere no solo la tipificación de delitos como el ciberacoso y la difusión de contenido, sino también campañas educativas y de prevención.
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