(Santiago de Cuba, 1931 – Miami, EE.UU, 1996). Su vida transcurrió siempre en Santiago de Cuba hasta su salida definitiva del país. Se graduó como Maestra en la Escuela Normal de Oriente (1951). Presidió el club literario juvenil «La Avellaneda». Estudió pedagogía en la Universidad de La Habana, y recibió clases en la Escuela de Artes Dramáticas del Teatro Universitario. En la década del 50, estuvo entre los poetas sentimentales o neorrománticos reunidos en torno a José Ángel Buesa y la revista Isla. Tras su matrimonio con el aviador Jorge Pedraza, partió a vivir fuera de Cuba: residieron en Venezuela, México y los Estados Unidos, donde se establecieron definitivamente. Sus restos, por voluntad expresa, fueron traídos a su Santiago de Cuba y recibieron sepultura el 22 de noviembre en el cementerio de Santa Ifigenia, en el Panteón del Arzobispado, bajo el seudónimo bíblico que a veces usó en vida: Esther. Luego de años silenciada, su poesía reaparecería en su patria con La fronda y el mar (Ed. Letras Cubanas, 2009), compilación de Virgilio López Lemus, quien subraya en el prólogo: «Pura del Prado fue educada en un medio católico, el cristianismo fue la religión de toda su vida».