El caso de la cubana Mavys Álvarez contra Maradona llega a la justicia argentina

| Observatorio | 09/10/2021

Tras las declaraciones días atrás de la cubana Mavys Álvarez Rego, víctima de abuso cuando era sólo una adolescente por parte del futbolista Diego Armando Maradona, el caso se sumó esta semana a una querella en Argentina.

La acusación contra el ex entorno del futbolista, está relacionada específicamente con la Trata de Personas debido a un viaje que realizó Mavys a Argentina en 2021 sin autorización de sus padres.

Encausada por Fernando Míguez, de la ONG Fundación por la Paz y el Cambio Climático, la denuncia contra Maradona llegó a las instancias de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) y al Juzgado Federal N⁰ 10 de Argentina. Para los denunciantes, el arribo de Álvarez Rego a suelo porteño con apenas 17 años es una prueba fehaciente del delito de trata, que incluye entre los implicados a personas cercanas a la estrella del fútbol, como su entonces representante Guillermo Coppola, Mariano Israelit, Omar Suárez y Carlos Ferro Vieira.

En declaraciones a América TeVé, Míguez señaló que «se trata de un proceso que busca responsabilidades penales, no civiles”, pues “Mavys no pide una compensación económica, sino responsabilidades penales derivadas de presuntos delitos”.

Cuando descubrió que existía la querella, Álvarez Rego decidió presentarse como querellante auxiliada por los abogados Gastón Marano y Marcela Scotti, lo que ha añadido matices de gravedad al caso, ya que Marano cuenta con experiencia en situaciones similares de abusos contra menores y el mundo del fútbol.

Lo que siguió fue el envío del testimonio de Álvarez Rego desde Miami, en el que se abre el círculo de implicados en el caso con la mención a funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones argentina en 2001.

Mavys, quien viajó sola, siendo menor y sin la documentación suficiente, apuntó que «el ingreso y el egreso fueron coordinados con una persona con la que hablé al llegar. Esto me hace estar convencida de que existió una connivencia entre funcionarios públicos cubanos y argentinos para permitir mi traslado e ingreso”.

Sobre su estancia de «dos meses y medio» en el país suramericano, la cubana contó que «no se me permitía salir sola de los hoteles en que me alojé, ni tampoco de un departamento ubicado en Capital Federal en dónde permanecí, habiendo siempre personas encargadas de que permaneciera allí. Durante la totalidad de mi permanencia en el país, sólo pude realizar dos actividades que elegí (una a comprar y otra al zoológico), aunque siempre acompañada por una persona hasta mi regreso”.

El documento también registra cómo fue presionada para realizarse una operación de aumento de mamas sin autorización de ningún mayor de edad. «En las mismas circunstancias me suministraron drogas en el país, las cuales me acarrearon una adicción durante muchos años. Las secuelas de lo que viví perduran hasta hoy”, agregó.

Con respecto a las pruebas que sustentan la acusación, el medio Infobae publicó varias de ellas, con fotos en las que se muestra a una muy joven Álvarez Rego en compañía de Maradona, cartas de amor, tickets de pasajes de Copa Airlines desde Panamá, recibos del hotel Hilton, una postal del Sheraton y una carta al Hilton donde Maradona se compromete a pagar todos los gastos.

Existe además, entre la evidencia conservada por la demandante en estos 20 años de silencio, una tarjeta de La Pradera, el resort donde se hospedaba el Maradona en Cuba, mientras supuestamente recibía tratamiento médico por su drogadicción. También recetas de analgésicos suministradas a Mavys por un cirujano plástico y hasta una fotografía con Diego y Fidel Castro.

Foto: Crónica.com

«Fidel lo sabía todo»

«Fidel lo sabía todo», así confesó Carlos Ferro Viera, acusado en la querella y presunto terapista que visitaba a Maradona en La Pradera. «Me dieron [las autoridades cubanas] un Mercedes Benz, negro, viejo, de los usados para asuntos diplomáticos», contó Ferro Viera. Según este el objetivo del carro era llevar «chicas», algunas menores de edad, a Maradona, para participar en juergas, orgías y otras actividades que incluían el consumo de cocaína provista directamente por el Cartel de Medellín, en Colombia.

A propósito de una foto presentada por Álvarez Rego en su entrevista en América TeVé con Mario J. Pentón, la cubana detalló:

«Él [Fidel Castro] me pasa el brazo por encima y le dice [a Maradona] que cómo había conocido a una chica tan bonita como yo. Diego le quita el brazo y le dice ‘bueno, bajando, bajando’, y Fidel se echa a reír. Y empezaron a hablar de todo, de pelota, de fútbol, a intercambiar palabras de eso».

Testimonios que demuestran el conocimiento de Castro con respecto a las actividades ilegales de su amigo Maradona en la isla. De hecho, habría sido el ex dictador quien autorizó el pasaporte de Mavys, tras las súplicas del ícono argentino.

Si bien el Código Penal cubano, a diferencia del resto de normativas similares en el mundo occidental, exige que la víctima tenga menos de 16 años para que se tipifique delito en su favor —Mavys tenía 16 cuando conoció a Maradona—, también es cierto que es obligación de las autoridades investigar cualquier indicio de acoso corruptor de menores.

Los excesos de Maradona, acaecidos a la vista de la policía política y del propio Castro, los señalan como cómplices, ya que, según el mismo Código Penal, lo son aquellos que, «sin ser autores, cooperan en la ejecución del delito de cualquier otro modo».

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