Las obras de Clarice Lispector sostienen una interioridad profunda y siempre relacionada con complejos procesos emocionales y mentales.
En estos poemas chinos escritos por mujeres, las poetas miran hacia el entorno que las rodea, tanto física como espiritualmente.
Precursora y vanguardista, Anita Malfatti (1889-1964) fue una de las figuras más destacadas de las artes plásticas brasileñas.
La poesía de Karin Boye refleja una lucha interior implacable y apasionada entre el deber y las pasiones, la realidad y el deseo.
La obra de Silvina Ocampo tratan las intuiciones, los sueños y las obsesiones, e intenta borrar las fronteras entre la prosa y la poesía.
La “Revista de la Asociación Femenina de Camagüey” dio espacio a figuras que abogaban por el feminismo, la ciencia y la cultura de la época.
Debido a la participación de la mujer cubana en la guerra del 68, a la Guerra de los Diez Años se le ha llamado “la guerra de las mujeres”.
La obra de Elvira Sastre destaca por su intensa emotividad y su profunda conexión con las experiencias cotidianas.
“La última niebla”, de María Luisa Bombal publicada en 1931 se adentra en la vida interior de una mujer atrapada en un matrimonio opresivo.
Estas poetas afrodescendientes entrelazan la raza, el género, la identidad y la resistencia de maneras profundamente conmovedoras.