A más de un siglo de su muerte, Concepción Arenal sigue siendo un ejemplo de lo que es posible lograr si nos negamos a admitir que la injusticia es inevitable.
En medio de la Revolución Francesa y el terror, Olympe de Gouges reclamó para las mujeres los mismos derechos que tenían los hombres.
Como actriz, cantante y activista, Hattie McDaniel dejó una huella imborrable en la lucha contra la discriminación racial en los Estados Unidos.
En su centenario, Celia Cruz sigue recordándonos el poder de la libertad, y el orgullo de ser cubana, negra, y mujer.
Desafiando las normas de su tiempo, Juana de Arco demostró que el liderazgo no se define por el género o el estatus social, sino por la integridad del carácter.
Aurelia Castillo, intelectual cabal de Cuba, conoció la aspiración libertaria, la silenciosa preparación de la guerra y en dos ocasiones el destierro.
Desafiando las creencias más arraigadas en la ciencia de su tiempo, Marie Tharp definió con sus mapas del fondo marino la manera en que hoy vemos el planeta.
De los campos de Martinica al palacio de las Tullerías, de indiana a emperatriz: la historia de Yeyette es una de las más fabulosas que vivió una mujer caribeña.
“Yayoi Kusama ha hecho un camino único como creadora, un camino que, a pesar de su singularidad, conecta con los demás y cambia su relación con el mundo.”
La obra de Shamsia Hassani es un símbolo de la resistencia femenina a la guerra, al fundamentalismo, y a los traumas de la emigración y el desarraigo.