En 1959, Margarita Alexandre fue la primera mujer en producir y participar en la dirección de un filme en Cuba, aunque no apareció en los créditos.
Celia Cruz es un ícono imborrable de la música cubana. Su grito distintivo, “¡Azúcar!”, es una invitación a la resistencia frente a todos los obstáculos.
Figura cimera del performance, Marina Abramović nos alerta en cada actuación sobre la pérdida de los principios humanos y el papel redentor del arte.
En su centenario, Celia Cruz sigue recordándonos el poder de la libertad, y el orgullo de ser cubana, negra, y mujer.
Con sus provocadores relatos, que aún se leen como obras de culto, Rachilde expuso aspectos controversiales de la sexualidad humana y la represión del deseo.
Con su personal estilo, Marie Laurencin mostró no sólo la belleza femenina, sino también su capacidad para ser felices sin las imposiciones machistas.
Poeta, feminista y viajera incansable, Emilia Bernal fue de las mujeres más adelantadas en la Cuba de inicios del siglo XX y es hoy una de las menos conocidas.
Desafiando las normas de su tiempo, Juana de Arco demostró que el liderazgo no se define por el género o el estatus social, sino por la integridad del carácter.
María Corina Machado resalta el papel decisivo de las mujeres en la lucha contra las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En Cuba los hospitales colapsan y las calles se convierten en focos de infección, mientras las autoridades insisten en ocultar la gravedad de la crisis.