Feminicidio | La violencia de género en Cuba suma dos nuevas víctimas

La persistencia de la violencia de género en Cuba pone de manifiesto la necesidad urgente de políticas públicas efectivas.

La violencia de género sigue cobrando vidas en Cuba, pues tan solo en los últimos días dos nuevos feminicidios conmocionaron al país, elevando a 37 los casos verificados en lo que va de año por el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) y la plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba (YSTCC).

Los mencionados observatorios feministas informaron que una cubana llamada Isabel Rojas Aguilera, de 30 años, fue asesinada el pasado 13 de septiembre en el reparto La Bloquera, en Camagüey, por su expareja. El crimen ocurrió cuando la joven acudió al hogar de su agresor para recoger las pertenencias de su hijo en común, de seis años.

Solo un día después, el 14 de septiembre, las plataformas feministas verificaron otro feminicidio, el cual tuvo como víctima a Arianni Céspedes Garcés, de 35 años, quien fue asesinada por su expareja en su propio hogar, en el poblado de Aguacate, Palma Soriano, en Santiago de Cuba.

Arianni, quien trabajaba como maestra en una escuela secundaria, deja tres hijos, todos menores de edad. Los datos recopilados por el OGAT y YSTCC hasta el 19 de septiembre de 2024 reflejan un panorama desolador: 37 feminicidios y tres intentos de feminicidio en lo que va de año.

La realidad de la violencia machista: un panorama desolador

El subregistro incluye, además, seis casos en los que se requiere acceso a la investigación policial, entre los que se encuentran los de una mujer adulta mayor en Esperanza, Villa Clara, y otras mujeres en La Habana y Santiago de Cuba. Esta lista de nombres y apellidos no solo son cifras; son vidas truncadas por la violencia machista, reflejo de una situación que urge atención y respuestas concretas.

Además de los feminicidios, se han registrado dos asesinatos de hombres por motivos de género y se investigan alertas de posibles feminicidios en Las Tunas, Matanzas, Camagüey y Guantánamo. Estos casos evidencian la magnitud de un problema que no discrimina territorios y que afecta a mujeres de todas las edades y condiciones sociales.

La persistencia de la violencia de género en Cuba pone de manifiesto la necesidad urgente de políticas públicas efectivas, la implementación de protocolos de protección y el acceso real a la justicia para las víctimas y sus familias.

El silencio institucional, la falta de transparencia en las investigaciones y la ausencia de un marco legal específico que reconozca y sancione el feminicidio como delito autónomo solo perpetúan la impunidad y la vulnerabilidad de las mujeres.