"Cine Joven en el Sur" busca generar más espacios de exhibición para los creadores cubanos
"Hay un gran problema con la exhibición de cine cubano a partir de lo sucedido con la Muestra Joven".
La muestra Cine Joven Cubano en el Sur celebró su 5ta edición del 8 al 11 de noviembre de 2021. Bajo el concepto "Animándonos a construir puentes" el festival buscó poner el foco en la animación contemporánea.
El evento, se celebra cada año en la ciudad de Montevideo, Uruguay, aunque en distintas ocasiones ha extendido su programación a otras ciudades, como Rocha.
Además de las proyección de 74 filmes, el festival incluyó en esta oportunidad entre sus actividades, un taller formativo gratuito sobre iniciación a la animación contemporánea. El taller fue Impartido por un docente de la Universidad ORT Uruguay, único centro educativo en el país que comprende entre sus carreras la de animación.
En conversación con su directora, la historiadora de arte María Nela Lebeque (Holguín, 1988), Alas Tensas se acercó a las potencialidades de este festival, a su historia y al contexto actual del cine cubano.
¿Cómo llega a su quinta edición el Festival de Cine Joven Cubano en el Sur?
Han sido cinco años de trabajo ininterrumpido desde que en el 2017 nació Cine Joven como un proyecto independiente y autogestionado, un proyecto hecho para visualizar, concientizar y debatir sobre esa mirada hacia la cultura cubana caribeña. Con la muestra queríamos ver cómo en el audiovisual y en la propuesta de jóvenes realizadores se habla y se generan historias de su realidad y como a través de la diversidad de lenguajes eso ayuda a construir una mirada otra, hacia Cuba, vista generalmente como ese espacio de sol, playa, política y demás. Entonces esa ha sido un poco la línea de todos estos años.
¿En medio de un contexto de pandemia cómo transcurrió la edición pasada y que experiencias de crecimiento quedaron para esta nueva?
En el 2020 creíamos que no íbamos a poder hacer la cuarta edición porque estaban todas las salas cerradas. Había mucha incertidumbre y no sabíamos qué iba a pasar. Aún así a última hora dijimos "creemos que es importante que sostengamos de una manera u otra esta propuesta con lo que se pueda y como se pueda".
Entonces decidimos hacer una edición muy especial, híbrida por primera vez, haciendo exhibiciones presenciales y virtuales a través del canal de Vimeo que abrimos para esa edición, y a través del centro cultural de España que se sumó a la propuesta. Estuvo dedicada al cine con perspectiva de género e hicimos una retrospectiva de la obra de Diana Montero quien había fallecido recientemente. En esa edición le hicimos un homenaje muy lindo.
Increíblemente de esta experiencia aprendimos muchísimo, primero de que las instancias presenciales y virtuales eran posibles. Aprendimos también cómo es la dinámica de lo virtual y los riesgos y desafíos que tiene por el tema de la seguridad de las películas. Además conocimos cómo son las negociaciones con los y las realizadoras en contextos como estos. Todo eso nos llevó a esta edición en la que mantuvimos el formato híbrido porque creemos que fue una buena práctica. Creo que esto fue un buen ejemplo de los aprendizajes de la pandemia, pues aparte de toda la catástrofe que fue, uno pudo ir incorporando cosas buenas.
Háblanos de por qué seleccionan la animación como tema de esta edición.
En estos años en América Latina hay unos estudios que hablan sobre el crecimiento exponencial de la animación a partir del encierro y las coproducciones, y como eso ha llevado a que muchos animadores hayan terminado produciendo más dependiendo obviamente de la cinematografía.
Creemos que esta mirada no se cumple tanto así en Cuba porque desde hace un tiempo para acá la animación en la isla está teniendo como esa especie de recuperación, sin embargo algunos estudiosos hablan de crisis. Entonces decidimos hacer una gran retrospectiva y para eso nos aliamos con Antonio Enrique Rojas, un curador e investigador cubano que ha estado trabajando mucho tiempo el tema de la animación.
Agradecimos que aceptara nuestra invitación y que participara como co-curador de esta retrospectiva que se extiende desde el 2000 hasta el 2021.
Con respecto a la construcción de esta retrospectiva fue muy difícil hacerla porque realmente hay muchos animadores que ya no están en Cuba, otros ya no están haciendo animación, otros que perdieron sus obras originales, entonces hacer ese rastreo ha sido un gran desafío. Por otro lado creemos junto con Rojas que la selección que hicimos no es la verdad absoluta, y que hay mucho más que se ha hecho. La premisa nuestra ha sido el poder abrir una puerta para que otras personas también continúen la investigación.
En este proceso también estuvimos hablando con Caridad Blanco, con la que fue muy lindo trabajar por su mirada como investigadora desde las artes visuales de la animación.
¿Sobre la programación, además de la retrospectiva prevista, que otras cosas novedosas se pudieron encontrar en esta edición del Festival?
En el Festival se exhibieron por primera vez 5 largometrajes. También en su programación contó con varios cortometrajes, mediometrajes, y el videoclip del tema Proposiciones de Pablo Milanés remixado por David Vega y Carlos Díaz.
Entonces en comparación con otros años hubo un crecimiento en la cantidad de películas, en la diversidad de temáticas y de lenguaje audiovisual que se están utilizando. Algunos títulos de las películas que estuvieron fueron:
A media voz de Heidi Hassan y Patricia Pérez, Opción cero de Marcel Beltrán que es una película muy fuerte y actual, y que está haciendo un buen recorrido por varios festivales internacionales, y que recientemente ganó el festival de Trinidad y Tobago. Además tuvimos los filmes: Los Fugitivos Daniel Sainz, Utopía de Violena Ampudia, Altar de Pablo Villalobos, Dunas de Yamil Orlando, Morí y viví de David Aguilera, El órgano de Rosa María Rodríguez, Los puros de Carla Valdés, Quiero hacer una película de Yimit Ramírez, Anónimos de Carlos Gonzalvo, Sueños Al Pairo de José Luis Aparicio, en fin, una gran variedad de películas que va desde lo experimental pasando por lo documental, la animación, la ficción, hasta llegar al video clip. Esta programación estuvo varias salas de Montevideo y en la Rocha que es otro departamento de acá de Uruguay. Las salas fueron: la Plaza de las Pioneras, donde fue la inauguración; el Centro Cultural Artesanos, ubicado en Peñarol; el Centro Cultural de España; la Sala Zitarrosa y el Museo de las Migraciones donde se realizará un taller de animación.
Por otro lado creo que es importante hablar de las fechas de producción de estas películas que proyectamos, porque algunas de ellas son del 2020, otras del 2019, incluso hubo filmes del 2018. La presencia de estas películas no tan recientes se debió a que ahora mismo hay un gran problema con la exhibición de cine cubano a partir de lo sucedido con la Muestra Joven.
El conflicto alrededor de esta muestra que se realiza en Cuba, dejó casi sin espacios para la exhibición al cine contemporáneo, y principalmente el cine hecho por jóvenes creadores. Entonces Cine Joven en el Sur también es una forma de poder generar aunque sea un poco, esos espacios que no existen.
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