(Moscú, 1892 – Yelábuga, 1941). Es una de las poetas más originales del siglo xx. Su obra no fue del gusto de Stalin y del régimen comunista. Su rehabilitación literaria empezó en los años 1960. Su poesía proviene de lo más profundo de su personalidad, de su excentricidad y de su uso muy preciso del idioma.
Marina Tsvietáeva en su “Poema del fin” deja clara su afición por el adiós. La autora rusa vivió una vida de tragedia.