Entrevista | Omar Mesa: “Estamos encerrados y no creo que eso cambie”

Desde la realidad de un pueblo cubano, San José de las Lajas, Omar Mesa, artista queer no binario, revela los desafíos de crecer, crear y resistir en un país donde los sueños no tienen espacio.

| Diversas | Vidas | 26/06/2025
Omar Mesa, artista cubano queer
El cubano Omar Mesa, artista queer no binario.

En la Cuba actual Omar Mesa, una persona queer no binaria, habla como lo que es: un ser humano con un pasado y un presente (el futuro ya será otra cosa) que persevera y, no sin tropiezos, trata de materializar sus proyectos.

En Facebook es posible apreciar sus creaciones en el perfil Picaza Omar. Ahí le apreciamos de una manera indefinida porque es capaz de jugar con colores formas e ideas. Cuando posa, su vestuario y su maquillaje rompen la rutina de lo que entendemos como una foto para las redes. Es hombre, es mujer, es criatura fantástica, es lo que no sabemos nombrar, pero sí ver. Veamos cuán real es la persona capaz de desafiar conceptos de tal modo en medio de una realidad difícil en la que lograr una meta, por pequeña que sea, es cosa de atrevidos.  

Omar, te agradezco la oportunidad de entrevistarte. Quisiera saber: ¿cómo fue tu infancia y adolescencia?, ¿cómo recuerdas tu entorno familiar y si recuerdas con cariño, o no, tus primeros años de vida y la época de tu primera juventud?

La infancia

Para mí la infancia fue algo complicado, pero no sabría cómo explicarlo. Yo diría que mi infancia, no es que haya sido mala, porque yo miro a otras familias que, por ejemplo, son completamente disfuncionales, agresivas y demás… y en mi caso no fue así. Pero, diría que emocionalmente sí fue muy difícil, muy, muy difícil. Porque siempre en mi mente estaba la idea de crecer para terminar de pasar todo lo que yo estaba pasando. Ser independiente y alejarme de todo y de todos. Quería solamente depender de mí y seguir adelante por mis propios medios sin tener que estar obligado a soportar a los que me rodeaban.

Como niño me complacieron todos mis caprichos, dependiendo de las posibilidades de mi familia. Sí he tenido, digamos, casi todo lo que he querido, en cuanto a los recursos económicos. Quizás no he tenido lo más caro, pero por lo menos he estado a la moda, y otras cosas por el estilo, eso sí.

"La parte incómoda viene en la escuela, que es el talón de Aquiles de muchas personas LGBTIQ+. El bullying es muy grande. Ahí no sientes el apoyo por parte de nadie, ni el apoyo de la familia, ni del maestro, ni de los propios alumnos y compañeros de aula".

La parte incómoda viene en la escuela, que es el talón de Aquiles de muchas personas LGTBIQ+. El bullying es muy grande. Ahí no sientes el apoyo por parte de nadie, ni el apoyo de la familia, ni del maestro, ni de los propios alumnos y compañeros de aula. Recuerdo que en la escuela había muchas burlas. A los profesores eso no les interesaba, no prestaban atención; incluso, en muchas ocasiones, también se prestaban para burlarse. 

La familia

En cuanto a la familia, fui un niño bastante aislado del cariño familiar. Mis padres se separaron cuando yo era muy niño, creo que yo no había cumplido ni dos años, no recuerdo bien. Yo vivía con mi madre y mis abuelos maternos. Pero todos ellos tenían cosas que hacer en la casa, conversando entre ellos y demás… y yo crecí aparte. Me ponían a ver televisión o a dibujar. Me gustaba mucho dibujar. En eso me pasaba —literalmente—el día, la tarde y la noche. Así ellos tenían tiempo para hacer lo que entendieran.

En ese sentido, crecí muy aislado de lo que es una familia. Sobre las familias mis conceptos eran algo erróneos y lo supe según fui creciendo, sobre todo terminando los veintitantos años, casi con treinta años. Yo veía familias que eran muy apegadas y no entendía, sino que rechazaba, la forma en que se relacionaban. Luego me percaté de que quien estaba mal era yo, porque no recibí el afecto que supuestamente se debe recibir en una familia. Crecí muy aparte de todo. Me daban lo que yo quería para estar entretenido, así en la casa mis familiares ganaban tiempo para sí, pero yo no interactuaba con ellos.

La pasión: Peluquería, el maquillaje, el diseño

¿Actualmente a qué te dedicas? ¿Te apasiona alguna profesión u oficio en específico? ¿Cómo te gusta pasar el tiempo libre?

En estos momentos me dedico a la peluquería. De hecho, trabajo en un salón de belleza, pero antes me gradué como cosmetólogo en la Escuela de Belleza Bella Caribe, estudié todo lo relacionado con la cosmetología que se imparte en esa institución, pero lo que más me ha interesado es la peluquería y el maquillaje, es lo que siempre me gustó más de esta profesión.

Me gusta la pintura, y el arte en general. Supongo que eso viene por parte de mi padre porque él era diseñador gráfico y también pintor. También a mi mamá le gustaba mucho la moda, parece que fui tomando de todos ellos. Y esas siempre fueron mis inclinaciones. Actualmente me encanta todo eso: el diseño, la pintura, la música… todo eso me gusta mucho. Me hubiera gustado estudiar Diseño, tanto diseño de interiores como de moda, pero no pudo ser porque a un pueblo de campo como San José de las Lajas, donde yo vivo, era muy difícil que llegaran esas becas.

Cuando yo estaba en noveno grado quitaron las poquísimas becas que llegaban a los pueblos para estudiar en esas escuelas y no pude ingresar en ninguna. Ese era mi único plan, estudiar lo que me gustaba. Yo no tenía plan B, y al quitármelo ya no me sentía atraído por nada más, así que terminé entrando a un preuniversitario. Del preuniversitario me salí, en primer lugar, por el bullying, y también porque no estaba estudiando nada que me interesara. Sentía que aquello no tenía nada que ver conmigo y me fui de ahí. Luego entré a una Escuela de Economía para poder terminar el duodécimo grado, pensé “bueno, para no quedarme sin el 12° grado me meto ahí”. En esa escuela tenía más tiempo libre, concluí esos estudios ahí y luego entré en Bella Caribe, en La Habana.

En Bella Caribe, específicamente en Peluquería y Maquillaje, encontré que este mundo tenía mucho que ver con el diseño y el arte. Esa fue mi escapatoria por no haber podido estudiar lo que en principio quería, que era Diseño.   

El tiempo libre prefiero pasarlo con mis amistades. Pero por varias cosas que he vivido soy una persona muy desconfiada, no me gusta relacionarme con personas que mienten, como para pasar bien el momento, o lo que sea. Eso me hace sentir incómodo porque ya considero que la persona no es real, que ya viene con segundas. Por eso siempre trato de relacionarme con pocas personas. No importa cuántos conocidos yo tenga, pero amigos, la verdad, no muchos, solo dos o tres.

Con mis amigos prefiero salir a lugares tranquilos, me gusta salir a un bar, o a un sitio tranquilo donde pueda compartir y socializar con ellos. Eso es para mí lo ideal para pasar el tiempo libre. No me importa mucho el entorno con gente que se sienta a compartir, y va sumando y sumando personas de la otra mesa, no: soy muy cerrado respecto a eso. Prefiero compartir con los míos y pasar el tiempo bien, con mis amigos y que haya mucha música, me encanta la música.

Quizás mi gusto por la música es por eso, porque era mi refugio cuando estaba solo. Actualmente sin música no puedo estar. Yo siempre trato de escuchar música, con audífonos, en el móvil, en el televisor, donde sea. La música es mi aliada, otra parte de mí.

El maquillaje de fantasía

He visto fotografías donde eres creador y modelo de maquillajes de fantasía. A este maquillaje algunas personas lo valoran como una forma de arte. ¿Qué opinas al respecto?

El maquillaje de fantasía a mí me encanta. Considero que sí, que es una forma de arte porque puedes crear lo inimaginable, y eso a pesar de que en Cuba los recursos son limitados. Esa es una frustración que tengo porque considero que no puedo llegar a la altura de otros maquillajes internacionales debido a eso. Aquí no se pueden conseguir prótesis para hacer determinados diseños, pero, más o menos lo intento.

Un maquillaje de fantasía puede deshacer a una persona y crear otra. Increíblemente, no tiene ni que ser otra persona: puedes crear hasta otra cosa, dependiendo de hacia dónde lleves el maquillaje, hacia qué arista. Puedes hacer un personaje de fantasía, puedes caracterizar a un determinado personaje, un asesino tal vez, cualquier persona. Es genial ver ese cambio, poderlo lograr. Realmente para mí es indescriptible poder crear algo así, un personaje nuevo.

Esos cambios no solo se consiguen con el maquillaje de fantasía. Cuando se le hace un maquillaje social a una persona esta cambia por completo. Puede ser un maquillaje social para una salida nocturna, una gala, o lo que sea… No se trata de un maquillaje diario, un maquillaje social cambia la actitud y la manera de comportarse de una persona. Es algo genial de ver en todo sentido, en lo visual, en la manera de expresar y de sentir, en todo.

Un simple trabajo de fantasía, donde quiera que sea puesto, en una foto o en una galería, o en vivo provoca que las personas al verlo comiencen a crear una historia en su cabeza, qué hay detrás de ese maquillaje, qué se quiso representar, cómo fue que se llegó ahí, qué historia, tal vez de fantasía evoca esa imagen. Todo eso lo hace el arte, y verdaderamente es muy bonito.

La comunidad LGTBIQ+, la sociedad, la iglesia

La sociedad cubana ha dado algunos pasos en la aceptación de la comunidad LGBTIQ+, sin embargo, todavía hay mucha intolerancia fomentada sobre todo entre las denominaciones evangélicas y otros sectores conservadores. ¿Has tenido alguna experiencia en relación con estas comunidades cristianas o grupos conservadores?

Pues sí, la verdad es que la parte eclesiástica, y otras religiones tienen sus problemas con la comunidad gay en sí. No he tenido problemas con ellos, pero, luego de decir a mis padres que yo era gay, mi mamá se lo comentó a una tía mía (hermana de mi papá). Esa tía y su familia van a la iglesia. Mi mamá les pidió que hablaran conmigo. Entonces, ellos le propusieron a mi mamá que yo asistiera a la iglesia. Ni a mi mamá ni a mi abuela materna les gustaba la iglesia. Ellas nunca han ido, a pesar de eso trataron de que mi tía me llevara. No fui porque a mí realmente no me interesaba hacerlo. Pero sí sé —por muchas personas, como lo sabemos todos—, que la Iglesia tiene sus reservas y criterios sobre la comunidad, no los acepta. Al contrario, creen que hay que hay que realizar una “conversión” en personas como nosotras y demás… eso sí trae problemas familiares. No he vivido esos problemas ni de cerca ni de lejos, pero sí sé que los hay.

He visto como muchos integrantes de la comunidad LGBTIQ+ apoyan las políticas gubernamentales en relación a la visibilidad y equidad de las sexualidades diversas; sin embargo, también es manifiesto como otros las critican, alegando que, por ejemplo, si una persona trans cumple una condena carcelaria es violentada al no ser internada entre quienes tienen su misma identidad de género. Podríamos citar el caso de la presa política Brenda Díaz, por ejemplo. ¿Qué opinas al respecto? 

"Las personas, no solo trans, sino de toda la comunidad LGBTIQ+ son violentadas en cualquier espacio, al ser la minoría donde quiera que llegue la comunidad suele suceder".

Las personas, no solo trans, sino de toda la comunidad LGBTIQ+ son violentadas en cualquier espacio, al ser la minoría donde quiera que llegue la comunidad suele suceder. En la cárcel se está mucho más desprotegido porque no tienes dónde ir. Tienes que quedarte ahí sí o sí, no puedes salir de la cárcel porque alguien te esté agrediendo. No es como cuando se está en la casa, o en un parque, o en la escuela, si te violentan pues te vas, y no pasa nada. Pero allá adentro [en la cárcel] sí te tienes que quedar y eres de la minoría, nadie te va a defender porque no interesa defenderte allá adentro.

De hecho, aquí en San José hay un muchacho, no sé si es trans o travesti. Él estuvo en la cárcel cerca de un año. Al entrar ahí le cortaron el pelo, literalmente, lo pelaron casi al rape. Él tenía el pelo por la cintura, muy bonito. Una vez que entró le cortaron el cabello casi al cero. Entonces, sí hay discriminación en cuanto a eso. Discriminación y violencia, porque ya no están respetando tu sentir, ni tu forma, o sea, no eres nadie. Simplemente eres “una cosa que entra” y “vamos a ver cómo te defiendes y te las arreglas allá adentro”.  Te quitan la identidad, porque saben que, si te cortan el cabello, esa es tu identidad, lo que te hace lucir más femenina, y si te lo cortan pues “ya te estoy degradando”.  

¿Emigrar? ¿La solución?

En Cuba estamos viviendo un éxodo masivo en el que los más jóvenes se han ido del país y quienes no lo han hecho sueñan con conseguirlo, ¿te sientes en casa en tu país o, como la mayoría de la juventud, consideras que no hay lugar para ti en la Isla?

"Todo está estancado, nada cambia en Cuba, ni para bien ni para mal. bueno, para mal… vamos a dejarlo ahí, pero bueno, sí, no hay nada".

Sí, la verdad es que sí me considero uno más de los que se quiere ir porque ni la sociedad ni el sistema permiten una evolución. Todo está estancado, nada cambia, ni para bien ni para mal. bueno, para mal… vamos a dejarlo ahí, pero bueno, sí, no hay nada. La parte profesional no me permite permanecer aquí. Hay cierto margen para crear, es hasta donde llegue el país, las condiciones del país y no existe más allá. Me gustaría trabajar con efectos especiales y otros elementos para los cuales no hay materiales en el país. En la escuela no los hay, no está ni la tienda ni el mercado como para adquirir ese tipo de productos. Sobre eso me siento frustrado. También quisiera seguir estudiando más sobre Diseño, en caso de que tenga todavía la edad adecuada y logre encontrarme con algo en el extranjero que me lo permita, aquí estudios semejantes ya no los podré hacer. Entonces, hay limitantes que no me gustan. 

También me gustaría al menos, explorar el mundo. Ni la economía ni las políticas de este país lo permiten. Quisiera ver cosas bonitas, que no se encuentran aquí. Obviamente, cada país tiene su belleza. Pero, cuando no puedes conocer ni las propias, ni las del exterior, ni decir, mira, me voy a conocer a fulano que vive en tal país, voy a conocer tal cultura, o voy a viajar para poder estudiar tal cosa… eso aquí no es posible. Estamos encerrados y no creo que eso cambie.      

Omar Mesa, artista cubano no binario.

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