Poesía universal │ Siete poemas para esperar el nuevo año
Con estas siete poetas universales, Alas Tensas invita a explorar el vasto universo de la poesía escrita por mujeres.
La poesía no es solo un pasatiempo para llenar los ratos de ocio, ni un vano adorno del decir. Nace de la urgencia vital de nombrar lo que aún no tiene forma y de dar voz a aquello que no es posible callar sin que el silencio nos ahogue y nos venza. Si no hubiese poesía, ciegas a la belleza y mudas ante el asombro de existir, quizás las personas vivirían, pero no sabrían para qué están vivas.
Por eso, para que no nos falte la poesía en estos días finales de 2025 ni en el año que se acerca, Alas Tensas invita a leer a estas siete poetas universales y, con ellas, a explorar el vasto universo de la poesía escrita por mujeres.
Si puedo evitar…
Emily Dickinson (Estados Unidos, 1830-1886)
Si puedo evitar que un corazón se rompa
no habré vivido en vano.
Si puedo aliviar una vida de dolor
o entibiar una pena
o ayudar a un petirrojo caído
devolviéndolo a su nido
no habré vivido en vano.
_______________________________
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1648-1695)
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
_______________________________
Unos van por un sendero recto
Anna Ajmátova (Rusia, 1889-1966)
Unos van por un sendero recto.
Otros caminan en círculo,
añoran el regreso a la casa paterna
y esperan a la amiga de otros tiempos.
Mi camino, en cambio, no es ni recto, ni curvo.
Llevo conmigo el infortunio.
Voy hacia nunca, hacia ninguna parte,
como un tren sobre el abismo.
_______________________________
En la tierra de nadie
Carmen Conde (España, 1907-1996)
En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.
Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino.
Otros “saben” que vuelvo, aunque me calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.
Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oír, porque ellos todos
son la gente que va, pero que vuelve.
Escuchadme una vez: ya no me importan
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de nadie.
_______________________________
La abeja y Dios
Kaneko Misuzu (Japón, 1903-1930)
La abeja dentro de la flor,
la flor dentro del jardín,
el jardín dentro de los muros,
los muros dentro del pueblo,
el pueblo dentro de Japón,
Japón dentro del mundo,
el mundo dentro de Dios.
Y Dios...
dentro de una pequeña abeja.
_______________________________
Las tres palabras más extrañas
Wislawa Szymborska (Polonia, 1923-2012)
Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.
_______________________________
Poema XXVI
Dulce María Loynaz (Cuba, 1902-1997)
Por su amor conocerás al hombre. El amor es su fruto natural, el más suyo, el más liberado de su ambiente.
El amor es el único fruto que brota, crece y madura en él, con toda la simpleza, la pureza y la gracia de la naranja en el naranjo y de la rosa en el rosal.
Hay hombres sin amor, pero de estos hombres nada se sabe: nada pueden decir a la inquietud del mundo.
El amor es el fruto del hombre y también su signo; el amor lo marca como un hierro encendido y nos lo deja conocer, distinguir, entresacar...
No conocerás al que pasa por su vestido de palabras brilladoras —lentejuelas de colores...—, ni por la obra de sus manos ni por la obra de su inteligencia, porque todo eso lo da la vida y lo niega... Lo da y lo niega a su capricho —o a su ley— la vida...
Y hay muchos que van derechos porque el aire no sopló sobre ellos, y otros hay que se doblan como se dobla el arco para arrancarle al viento su equilibrio, o para proyectarse de ellos mismos, fuera de ellos —¡en el viento!—, por la trémula, aguda flecha íntima...
La palabra noble es ciertamente un indicio; la obra útil es ya una esperanza. Pero sólo el amor revela —como a un golpe de luz— la hermosura de un alma.
▶ Vuela con nosotras
Nuestro proyecto, incluyendo el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT), y contenidos como este, son el resultado del esfuerzo de muchas personas. Trabajamos de manera independiente en la búsqueda de la verdad, por la igualdad y la justicia social, por la denuncia y la prevención contra toda forma de violencia de género y otras opresiones. Todos nuestros contenidos son de acceso libre y gratuito en Internet. Necesitamos apoyo para poder continuar. Ayúdanos a mantener el vuelo, colabora con una pequeña donación haciendo clic aquí.
(Para cualquier propuesta, sugerencia u otro tipo de colaboración, escríbenos a: contacto@alastensas.com)




















Responder