Ana Laura Ivizate: madre cubana denuncia 9 meses sin agua y cisterna contaminada en su comunidad

Por la escasez de agua en su edificio, los residentes se han visto obligados a pagar pipas de hasta 6.000 pesos para cubrir necesidades básicas.

Ana Laura Ivizate, madre cubana residente de Pinar del Río—autora de un blog donde comparte su vida cotidiana y su maternidad— denuncia nueve meses de escasez de agua en su edificio multifamiliar, lo que ha obligado a los residentes a pagar pipas de hasta 6.000 pesos para cubrir necesidades básicas.

Ana Laura reclama el derecho a un servicio básico esencial

A ello se suma un riesgo sanitario: la cisterna del inmueble está contaminada por una tubería de aguas albañales, un hecho certificado por Higiene provincial. La situación de esta madre se agrava aún más, debido a que la única alternativa de almacenamiento de agua disponible, una cisterna, se encuentra visiblemente contaminada, poniendo en riesgo la salud de su familia.

El estancamiento, la falta de limpieza y la presencia de residuos en la cisterna la convierten en un foco de enfermedades, incluyendo la propagación de arbovirosis y enfermedades gastrointestinales, que son especialmente peligrosas en el contexto de la crisis sanitaria cubana.

El caso ilustra una crisis que afecta a todo el país

Al hacer pública esta denuncia, la madre no solo reclama el derecho a un servicio básico esencial, sino que exige una intervención urgente de las autoridades sanitarias para prevenir una crisis de salud pública derivada de la ingesta de agua insalubre.

Según la denunciante, las instancias competentes conocen la situación desde hace cuatro meses y no han tomado medidas. Reclama que un carro bomba retire el agua contaminada para evitar la proliferación de vectores. Sin embargo, este caso ilustra una crisis más amplia.

Según Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), en 2025 más de 860.000 personas se han visto afectadas por la escasez de agua en Cuba: 248.000 en La Habana, 400.000 en Santiago de Cuba, más de 100.000 en Holguín, unos 90.000 en Ciego de Ávila y 35.000 en Sancti Spíritus.

Con una infraestructura debilitada por una falta histórica de inversión y de voluntad política, crecen las denuncias por falta de acceso al agua en Cuba.