Arte │ Lluïsa Vidal: una mirada a la mujer en el modernismo catalán

Pintora, ilustradora, profesora de arte y feminista, Lluïsa Vidal fue una de las figuras prominentes del modernismo catalán.

Nacida en Barcelona, en 1876, Lluïsa Vidal comenzó su carrera artística en 1898, con una muestra de sus retratos en la IV Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona, en la que recibió una mención honorífica. En 1901 se mudó a París, donde estudió primero en la Academia Julian y luego en la Academia particular de Georges Humbert, que por entonces era director de los estudios femeninos en la Escuela de Bellas Artes.

Fue durante ese tiempo que Vidal entró en contacto con el naciente movimiento feminista europeo, cuya impronta la llevó en 1909, ya de vuelta en Barcelona, a colaborar con el Instituto de Cultura y la Biblioteca Popular para la Mujer, y en 1915, a unirse al Comité Femenino Pacifista de Cataluña. Pero, sobre todo, a poner en el centro de su pintura a las mujeres, resaltando su fuerza de carácter y su independencia.

Los retratos de Lluïsa Vidal muestran facetas de la vida femenina que los artistas hombres preferían pasar por alto: las labores domésticas, la maternidad, el estudio... aspectos que daban de las mujeres una imagen de seguridad y agencia muy distinta a la actitud pasiva y sumisa que la sociedad intentaba imponerles.

Pintora, ilustradora, profesora de arte, Vidal fue una de las figuras prominentes del modernismo catalán, con una técnica pictórica y una mirada que la distinguían del resto de los artistas de su tiempo. Tras su muerte, sin embargo, fue prácticamente excluida de la historia del arte y solo en las últimas décadas su obra ha vuelto a exponerse.

Vea a continuación una galería con once de sus obras más relevantes.