Liset Fonseca, madre del preso político Roberto Pérez Fonseca, denuncia el riesgo que corre su hijo en la prisión

El régimen cubano utiliza a presos comunes como instrumento de presión para amedrentar a los presos políticos, en un intento de quebrarlos psicológicamente.

Liset Fonseca, madre del preso político de conciencia del 11j, Roberto Pérez Fonseca, condenado a diez años de prisión, denuncia amenazas contra su hijo por parte del jefe de la prisión de Quivicán, Dorisbel. “El jefe de prisión le dio la orden a los presos que pertenecen al consejo de disciplina, que mantuvieran a mi hijo molesto en todo momento y que, en caso de que él protestara, que le dieran golpes”, comunicó Liset en un video publicado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.

El abuso y la violencia del régimen cubano contra los presos políticos y sus familias no cesan. Con ayuda de las organizaciones de masas controladas por el estado, silencian la disidencia con duras penas de prisión, amenazas de enjuiciamiento, hostigamiento o exilio. El Gobierno cubano emplea estos instrumentos para limitar gravemente el ejercicio de los derechos humanos fundamentales como la libertad de expresión.