«Tocar la raíz» en Cuba, la historia de un viaje en bicicleta

Yasnay junto a Miguel y el perrito Yogur recorrieron Cuba en bicicleta. Conoce su motivación y sus aventuras alrededor de la Isla durantes varios meses de experiencias únicas.

| Mundo | 04/02/2023
Yasnay y Miguel junto a amigos en el Yunque de Baracoa, a 111 días de aventura ciclística por Cuba.
Yasnay y Miguel junto a amigos en el Yunque de Baracoa, a 111 días de aventura ciclística por Cuba. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

Hace casi un año, el 31 de enero de 2022, Yasnay Salazar y Miguel Roche junto al perrito Yogur, iniciaron una aventura slow travel en bicicleta por Cuba que compartirían desde el perfil de Instagram «Tocar la raíz«.

Además de recorrer parte del archipiélago en bicicleta, hacer amigos y vivir experiencias únicas, los chicos de «Tocar la raíz» aprovecharon para recaudar fondos durante el viaje para el proyecto de rescate animal Doo´s Rescue en las afueras de La Habana.

Desde su perfil de Instagram compartieron casi a diario fotos y experiencias del recorrido. Muchos otros usuarios se sumaron a la aventura acompañándolos desde las redes sociales, brindándoles su apoyo. Así lo que comenzaría como un viaje personal, se convirtió en inspiración para otras personas.

Trabajando de manera colaborativa, con persistencia y buenas intenciones, cualquier cosa es posible, y ahí están esta inspiradora pareja para mostrarlo. (Puedes conocer más detalles de cómo ellos lograron este viaje desde su perfil de Instagram «Tocar la raíz«).

Viajar en bicicleta, además de saludable y más barato, es una manera más ecológica de viajar. Brindar tiempo y trabajo a cambio de comida y alojamiento es un intercambio cada vez más popular entre los jóvenes alrededor del mundo y así puede comprobarse en comunidades globales que aplican estas dinámicas como Workaway o Worldpackers.


Slow Travel

La tendencia conocida como slow travel o la filosofía de viajar sin prisa, propone «desconectar», bajar el ritmo y disfrutar al máximo las vacaciones, los lugares y la gente que conocemos cuando viajamos.

Tomar transporte local, conocer las rutas, calles, ríos y geografía del lugar donde estamos, probar las comidas locales y aprender a prepararlas son algunas de la ideas que marcan el concepto de «turismo lento».


Aquí les comparto una pequeña entrevista con los chicos de «Tocar la raíz» para conocer más sobre su aventura. Espero sirva de inspiración para muchos otros viajes y viajeros.

El viaje

¿Qué motivó esta aventura? ¿Fue un viaje planificado totalmente o el camino construyó la ruta? ¿Es la primera vez que recorrían Cuba?

«La motivación comenzó con las ganas de Ángel Miguel de recorrer Cuba en bici, y de Yasnay de conocer los campos de Cuba. Fue la primera vez que hicimos un viaje de esta magnitud, nuestro plan solo fue bordear la Isla: circuito norte hacia el este, circuito sur hacia el oeste».

Yasnay y Miguel en Sagua De Tánamo, Holguín, Cuba, a 103 días de ciclo pedal por Cuba.
Yasnay y Miguel en Sagua De Tánamo, Holguín, Cuba, a 103 días de ciclo pedal por Cuba. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

Ir en bicicleta largas distancias es un reto físico y mental tremendo, ¿cómo lo asumieron?. Pueden compartir alguna anécdota de momentos retadores dentro del viaje…

«Nosotros salimos a disfrutar cada día, pedaleábamos sin importar la distancia hasta las 3:00 p.m. y comenzábamos a buscar una casita aislada donde poner la casa de campaña y guardar las bicicletas, a no ser que tuviéramos destinos específicos para pasar la noche, como Campismos debido a su bajo costo, o algún seguidor de la aventura que nos brindara su casa…

«Uno de los días más duros fue camino a Nuevitas (Camagüey). Por el norte camagüeyano no hay casas aisladas, solo pequeños poblados y eso no era seguro para quedarnos. En Nuevitas nos esperaba un amigo y el día que logramos llegar hicimos 100 km porque no tuvimos donde hacer la parada intermedia, y contar que para entrar a Nuevitas hay una loma importante, perfecta para rematar y terminar agotados».

Nuevitas, a 68 días de viaje.
Nuevitas, a 68 días de viaje. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

¿Hubo algo especial en tener, además de la compañía humana, la de un perro?

«El perro Yogur fue clave en nuestro viaje, llegábamos a una casa desconocida, siendo nosotros los extraños no es mucho de fiar, pero Yogur suavizaba la impresión que dábamos. También gracias a él pudimos recaudar fondos para el viaje y para un proyecto de rescate animal en Mayabeque. Por último y no menos importante, tener un perro en este viaje apacigua las asperezas que se puedan experimentar en la travesía».

Yasnay y Yogur en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, a 107 días de aventura en bici por Cuba.
Yasnay y Yogur en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, a 107 días de aventura en bici por Cuba. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

¿Cuándo deciden compartir su aventura en redes sociales en tiempo real? Cuéntenme sobre esta experiencia interactiva a través de Internet con tantas personas que los estaban acompañando virtualmente también…

«Desde que comenzamos a hablar del viaje era obvio que lo más lindo sería compartir cada rincón con las personas que si bien no conocen Cuba, tampoco han tenido la oportunidad. Así que pocos días antes de salir se abrió la página como algo provisional para empezar a anunciar este recorrido. Fue un viaje muy personal, pero no dejamos de comprometernos con los amigos que soñaban junto a nosotros.

«Fue hermoso, hicimos amigos maravillosos y que hoy han quedado en nuestras vidas. A muchos nunca los hemos visto en persona y les tenemos mucho cariño».

Naturaleza y experiencias

¿Qué les impresionó más de su recorrido? ¿Tuvieron la oportunidad de encontrar elementos naturales novedosos para ustedes (un lugar natural impresionante, un animal nunca antes visto, una planta exótica…)?

«Nos impresionó mucho los ecosistemas encontrados en Moa (contaminación pura); la Reserva de flora y fauna de Banao (helechos del alto de una palma); Baracoa (por todas partes); la Punta de Maisí (a 12km del faro hacia la izquierda hay toda una jungla y a partir del faro hacia la derecha desierto, cactus, iguanas y melones creciendo en la arena de la estación biológica… también mucha hambre); la carretera del Sur (mar y montaña unidos en una sola imagen)…

Punta de Maisí, a 122 días de surcar en bici las tierras de Cuba.
Punta de Maisí, a 122 días de surcar en bici las tierras de Cuba. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

«Vimos un pez ciego en una cueva de Gibara y otras especies típicas de estos lugares (un poco de miedo pero sin dudas espectacular).».

Según vi en redes sociales, las personas y comunidades alrededor de Cuba fueron un apoyo especial durante su viaje, ¿pueden compartir algún comentario o historia al respecto? ¿Cuánto aportaron estos amigos que surgieron en el camino…?

«Definitivamente nuestra opinión sobre recibir a extraños en casa cambió completamente. Fue muy conmovedor vivir estos encuentros con personas tan humildes y que nos compartían de lo poco que tenían».

¿Cuánto creen cambió su perspectiva sobre Cuba, su gente, naturaleza, sociedad… a partir de este viaje? ¿Cuánto sienten los cambió a ustedes mismos?

«Realmente una vez salimos de Santa Marta, Varadero, todo surgió nuevo para nosotros. Nuestra segunda parada fue hacer guardia a un campo sembrado de ajo, junto a Mingo, con quien mantenemos comunicación, compartimos un amanecer hermoso. Por primera vez supimos sobre el cultivo del ajonjolí.

«Y así fue de sorpresas el resto del viaje. El Guapen, Mapen o Fruta del Pan, una fruta que nos sorprendió, se puede comer de diferentes formas. Probamos el Bacán (un tamal de plátano con leche de coco y cangrejo). Aprendimos a cómo elaborar la grasa de coco y como se procesa el Cacao para sacar la pasta de chocolate y hacer las famosas bolas de cacao. Comimos Tetí, un pez diminuto, del largo de la yema de un dedo…

San Ramón, Granma, Cuba, a 158 del viaje por Cuba.
San Ramón, Granma, Cuba, a 158 del viaje por Cuba. | Imagen: Instagram / Tocar la raíz

«También recolectamos y comimos almejas, casco de mulo, cobo, cazamos cangrejos para sobrevivir un día. Miguel encantado con el marañón. Nos cocinaron con grasa de Carey. Comimos Castero, Dulce de malanga, champola de chirimoya, coco asado, pudín sin leche ni huevo, níspero, caimito, la piña más grande de nuestras vidas. Comimos Curiel, y el sabroso Atol (nuestro desayuno preferido)».

Publicado originalmente en Árbol Invertido.

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