Aborto forzado: Violencia estatal contra las mujeres en Cuba

El aborto forzado a la presa política Lisdany Rodríguez constituye una forma de violencia estatal contra las mujeres en Cuba.

Mujer presa con su bebé
Imagen: Alas Tensas

“No exageramos al decir que estamos ante un Estado feminicida”, declara Elena Larrinaga, directora de la Red Femenina de Cuba, organización sin fines de lucro que en febrero de 2023 emitió un comunicado exigiendo al gobierno cubano políticas públicas y mecanismos jurídicos que protejan la integridad de la mujer.

Por el contrario, casi un año más tarde, la Seguridad del Estado cubana está obligando a Lisdany Rodríguez Isaac, presa política cubana del 11J, a someterse a un aborto. Rodríguez Isaac tiene ocho semanas y media de embarazo, y según informó recientemente su madre a la ONG Prisoners Defenders, la joven teme por su vida y no tiene acceso a una dieta adecuada ni a medicamentos.

El pasado 26 de enero la plataforma feminista YoSíTeCreoEnCuba denunció:

‼️Obligar a hacerse un aborto es un delito‼️

A raíz de la denuncia pública realizada a través de su familia por Lisdani Rodríguez Isaac, injustamente encarcelada en El Guajamal, Villa Clara, por las manifestaciones masivas del #11J, recordamos que en Cuba es ilegal obligar a una persona a realizarse un aborto, esté o no privada de la libertad, de acuerdo con el Código Penal vigente desde 2022.
La Orden 7 de 2016 Reglamento del Sistema Penitenciario, en los artículos del 70 al 73, establece que en los lugares de internamiento la atención primaria y estomatológica está garantizada para las personas gestantes con los programas de salud nacionales. Y responsabiliza de esta actividad al órgano de Servicios Médicos del Ministerio del Interior, según el artículo 70.
Instamos a que sean cumplidos todos estos artículos en el caso de Lisdani, además de que reciba todas las atenciones contempladas en el Programa Materno Infantil a partir de las 10 semanas de gestación.

Este acto de violencia obstétrica es un tipo de violencia de género que puede ser perpetrada no sólo por las instituciones de Salud sino también por el Estado y sus agentes. El Proyecto Partos Rotos, que mereció el Premio Roche de Periodismo en Salud, y al que cinco periodistas independientes cubanas dedicaron más de un año para entender cómo ocurre la violencia obstétrica en el país y por qué las autoridades cubanas no lo consideran un problema, lo ha dejado claro.

Las periodistas realizaron una encuesta entre 500 mujeres que contaron detalles de cómo fueron sus partos. Entrevistaron a expertas, activistas feministas y profesionales de la salud. El resultado de este esfuerzo investigativo fue la web partoscuba.info, un proyecto de Claudia Padrón, Cynthia de la Cantera, Isabel Echemendía, Darcy Borrero y María Antonieta Colunga. En mayo de 2023, la página de Partos Rotos fue bloqueado por ETECSA, único proveedor de Internet en Cuba.

¿Por qué habría el Estado cubano de considerar esto un problema si no fuera el propio Estado, dueño y señor de la salud pública en la isla, quien practica ese tipo de violencia?

Violencia obstétrica del Estado

El Estado ejerce violencia de género todos los días, especialmente contra periodistas independientes, activistas de la oposición, artistas disidentes y defensores de los derechos humanos. La metodología incluye detenciones arbitrarias, o amenaza de detención; golpizas; hostigamiento; actos de repudio por parte de turbas; arrestos arbitrarios; deportaciones, incluyendo la deportación doméstica; retención incomunicada durante horas o días; acoso policial; vigilancia domiciliaria; confiscación de equipos de trabajo y teléfonos celulares; la prohibición de que las mujeres salgan de sus hogares, que representa arresto domiciliario; amenazas a las madres con perder la custodia de sus hijos, y separación de familias.

Lisdany Rodríguez Isaac, presa política víctima de aborto forzado. Foto tomada de Facebook
Lisdany Rodríguez Isaac. Foto tomada de Facebook

Durante décadas, las estadísticas de mortalidad infantil en Cuba han sido optimizadas gracias a los abortos realizados en casos de embarazos de riesgo. Recordemos que el aborto se legalizó parcialmente en Cuba en 1936, si bien limitado a tres condiciones: riesgo de la vida de la madre, problemas o defectos del feto, y en casos de violación o incesto. El gobierno de Fidel Castro despenalizó el aborto sin restricciones en 1969. Ahora, el régimen ha añadido el aborto forzado ―o sin consentimiento―, también referido en el marco de la violencia obstétrica, a su lista de horrores.

El aborto forzado

Según declara la madre de Lisdany Rodríguez Isaac a El Debate:

Ella se sentía muy mal y no le ocurría la menstruación, por lo que le hicieron un ultrasonido, que dio positivo”. Era la confirmación del estado de buena esperanza. Acto seguido, la doctora se lo hizo saber y se puso a preparar los análisis para que Lisdiany se lo sacara [abortara]. Mi hija le dijo que no. Mas la Seguridad del Estado y el personal penitenciario la está atosigando para que interrumpiera el embarazo.

El aborto forzado es una forma de coerción reproductiva: el acto de obligar a una mujer a interrumpir un embarazo en contra de su voluntad. Los abortos forzados asociados con la aplicación de la política del hijo único ocurrieron en la República Popular China entre 1980 y 2015. En septiembre de 1997 se introdujo un proyecto de ley en EE.UU. titulado “Ley de Condena al Aborto Forzado”. Este proyecto buscaba sancionar “a aquellos funcionarios del Partido Comunista Chino, el gobierno de la República Popular China y otras personas involucradas en la aplicación de abortos forzados”.

Según BBC, los abortos forzados han sido una forma de castigo en las cárceles en otros países. Corea del Norte prohibió el embarazo en sus prisiones en la década de 1980. Muchos desertores norcoreanos afirman que los abortos forzados eran comunes en las prisiones chinas. La mayoría de los detenidos en las cárceles chinas eran mujeres. Las norcoreanas repatriadas estaban sujetas a abortos forzados independientemente de sus supuestos crímenes.

Naciones Unidas considera el aborto forzado una violación de los derechos humanos al no respetar los derechos reproductivos y de control de las mujeres, libres de coerción, discriminación o violencia. No obstante, al no existir la figura jurídica del aborto forzado a nivel internacional, ni siquiera en la Corte Penal Internacional (CPI), es casi imposible llevar a juicio ese atropello. Desde 2020, se debate un caso en la CPI en contra de Nigeria bajo la categoría de crímenes de guerra de lesa humanidad, que se dilata sin solución.

Cuba se encuentra en lamentable compañía respecto al bienestar de las mujeres: la China Comunista y Corea del Norte. Tal vez en un futuro se adopte alguna ley que pueda aplicársele a Cuba. Sería una forma de proteger a las presas políticas de la violencia de género que ejerce el Estado. Por ahora, hay que mantenerse vigilante ante la amenaza del régimen contra Lisdany Rodríguez Isaac. Dentro de ese machismo de Estado, ninguna mujer está a salvo de los atropellos, y mucho menos en una cárcel.

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