"Hoy fuimos a casa, logramos hacerlo, fue emocionante volver a abrir la puerta del jardín, andar por el camino de piedras que nosotros mismos construimos".
Carmen Martín Gaite sobresale por su habilidad para observar al ser humano, para leer sus gestos, sus silencios, y adentrarse en su subjetividad.
La creación de personajes femeninos, el examen de sus subjetividades, distinguen a Almudena Grandes como una de las autoras españolas más importantes.
La obra de Marguerite Duras parte de su propia vida para explorar temas como el amor, el deseo, la búsqueda de sentido y la trasgresión de las normas.
Yo quería ir, ir a verme mi pie izquierdo y les gritaba como un demente a todas horas. “¡yo quiero ir a Shardonk!”
Con sus relatos Carson McCullers invita a mirar, más allá de los estereotipos, esas duras realidades humanas que la costumbre y las normas ocultan.
En la obra de Amparo Dávila se advierte siempre esa sensación de peligro y opresión, de asfixia y locura, en que se hallan muchas mujeres.
La censura y la coartación del trabajo intelectual en los regímenes dictatoriales, son temas recurrentes en la obra de Luisa Valenzuela.
Los personajes de Nadine Gordimer se hallan con frecuencia ante un dilema ético cuyo origen arraiga en el racismo y la exclusión.
"Los besos sin amor me dan asco como la noche, pero yo amo al hombre negro, y nada es más triste que el silencio".