El reporte oficial de Canal Caribe no calificó el hecho como intento de feminicidio, ni reveló la identidad de la víctima ni la del agresor.
En Cuba, no existen refugios para las mujeres víctimas de violencia. Tampoco hay derecho a asociación, lo que dificulta la creación de redes de apoyo y prevención.
El proyecto, aprobado en el Senado, reconoce la singularidad del feminicidio, sus raíces culturales y la necesidad de un abordaje multifactorial del problema.
Lo que reveló el debate parlamentario sobre el Programa para el Adelanto de las Mujeres fue más propaganda que justicia.
Esta metodología no es un instrumento cerrado, sino una práctica viva que se nutre progresivamente de nuevas fuentes, criterios y aprendizajes colectivos.
En el 2024 se documentaron 56 feminicidios, un dato que refleja solo una parte de la realidad, debido a que se trata de un subregistro.
Este sería el sexto feminicidio de una mujer cubana ocurrido fuera de la isla en lo que va de 2025, y el segundo registrado en España.
Estos casos han sido verificados por OGAT y YSTCC mediante fuentes comunitarias, en un contexto donde la falta de recursos, la criminalización del activismo por parte del régimen y la desconexión dificultan la documentación de estos crímenes.
El feminicidio de Melissa Vale Castillo es el primero en Santiago de Cuba, verificado por los observatorios independientes en lo que va de 2025.
Niurka Alfonso Acevedo (52 años) y Nancy Leyva García (35 años), son los nombres de las más recientes víctimas cubanas de feminicidio.