OGAT y YSTCC reclaman refugios, tipificación del feminicidio y libertad de acción para organizaciones de la sociedad civil.
Los datos reflejan un aumento en la judicialización de delitos sexuales en Cuba, pero no informan sobre el número real de casos ocurridos.
La víctima de feminicidio se llamaba Rosa Delia (Rosy) Morales, quien tenía alrededor de 61 años. Fue asesinada por su pareja, quien luego se suicidó.
El reporte oficial de Canal Caribe no calificó el hecho como intento de feminicidio, ni reveló la identidad de la víctima ni la del agresor.
OGAT y YSTCC verificaron los asesinatos de una joven de 19 años y una mujer de 58, lo que eleva a 26 los feminicidios registrados en 2025.
En Cuba, no existen refugios para las mujeres víctimas de violencia. Tampoco hay derecho a asociación, lo que dificulta la creación de redes de apoyo y prevención.
El proyecto, aprobado en el Senado, reconoce la singularidad del feminicidio, sus raíces culturales y la necesidad de un abordaje multifactorial del problema.
Lo que reveló el debate parlamentario sobre el Programa para el Adelanto de las Mujeres fue más propaganda que justicia.
Esta metodología no es un instrumento cerrado, sino una práctica viva que se nutre progresivamente de nuevas fuentes, criterios y aprendizajes colectivos.
En el 2024 se documentaron 56 feminicidios, un dato que refleja solo una parte de la realidad, debido a que se trata de un subregistro.