La ciudadana afirma que las donaciones nunca llegarán a las personas necesitadas y responsabiliza a las estructuras locales de asistencia social por ello.
A dos semanas del paso del huracán Melissa por Cuba, la ONU advierte que millones de personas aún carecen de servicios básicos en la isla.
La situación de Pilar en la provincia de Holguín, revela algo que los fenómenos naturales solo hacen más visible: la pobreza estructural y el abandono institucional.
Cubanos dentro y fuera del país e instituciones internacionales gestionan ayuda humanitaria a los damnificados por el huracán Melissa.
El huracán dejó cuantiosos daños a su paso por Cuba, con techos arrancados, inundaciones graves, derrumbes en viviendas y comunidades aisladas.
La protesta se produce en un contexto de profundo deterioro social y económico en el oriente del país, donde numerosas comunidades continúan sin electricidad ni alimentos.
Activistas y organizaciones civiles cuestionan entregar la ayuda directamente al régimen por su falta de transparencia y corrupción.
Pueblos inundados, caminos obstruidos, derrumbes y daños severos en viviendas, son algunas de las afectaciones provocadas por Melissa a su paso por Cuba.
Tras el paso del huracán se percibe un panorama muy sombrío, sobre todo para quienes perdieron sus casas y las pocas pertenencias con que contaban.
La población enfrenta una triple vulnerabilidad: el impacto del huracán, la falta de suministro eléctrico estable, y las limitaciones para acceder a información oportuna sobre protección civil.