La poesía de Nieves Xenes retó al orden moral decimonónico y opuso a sus preceptos un ansia libertad que iba más allá de lo emocional o lo erótico.
“El conocimiento es libertad, pero ambas cosas deben ser entendidas en toda su amplitud. Y esto vale para escribir pero, sobre todo, para vivir.”
"Hoy fuimos a casa, logramos hacerlo, fue emocionante volver a abrir la puerta del jardín, andar por el camino de piedras que nosotros mismos construimos".
“Nieves Xenes, en su poesía, presenta un amor que por su mera experimentación conflictúa los presupuestos patriarcales del XIX.”
La poesía de Yamila Tomasa Ferrá se instala en ese espacio de fértiles interacciones entre la historia, la experiencia y el discurso artístico.
La poesía de Mildre Hernández destaca por la limpieza del lenguaje y su capacidad para mostrar en imágenes la fragilidad y la reciedumbre de la vida.
Yo quería ir, ir a verme mi pie izquierdo y les gritaba como un demente a todas horas. “¡yo quiero ir a Shardonk!”
"Los besos sin amor me dan asco como la noche, pero yo amo al hombre negro, y nada es más triste que el silencio".
“Nosotros no volábamos porque las monedas le pesaban en los bolsillos”, le digo a mi madre, y ella niega que yo pueda tener ese recuerdo.