Tania Díaz Castro rompió con las normas de la literatura femenina de su tiempo para abrazar un discurso filoso y libre, desafiante, feminista.
Defensora de los derechos de la mujer, Emilia Pardo Bazán enfrentó a una muy conservadora sociedad patriarcal y logró imponerse con talento y lucidez.
En sus cuentos, Kate Chopin mostró la complejidad de la vida psicológica femenina y un ansia de libertad que escandalizó a la sociedad de su tiempo.
Con su poesía, Gina Pellón pinta escenas recobradas del pasado, desnuda en ellas el engaño, y da fe de un espíritu que se resiste al silencio.
La obra de Mylene Fernández Pintado aborda las complejas realidades de la Cuba de hoy, vistas desde una singular perspectiva de género.
Carmen González Chacón mira al presente desde la experiencia de sus ancestros: la esclavitud, la discriminación, pero también la capacidad de sobreponerse a los golpes dan fuerza a su poesía.
"Estuve y ciertamente no estuve, pero sí bajé las escaleras, y ella estrechó la garra adolescente que fechó aquel poema mío..."
“Jardín aborda el tema de la reconquista de la ciudad esencial, en la que se integre lo humano profundo con la inevitable evolución del hombre.”
Con una voz poética desbordante de intensidad pero pulida y diáfana, María Eugenia Caseiro es una singularidad en la literatura cubana actual.
Liliana Heker es una de las narradoras argentinas más irreverentes de la segunda mitad del siglo XX y, también, una de las más reconocidas.