En este breve ensayo literario, Ana María Matute describe con maestría la capacidad del cuento popular para trascender fronteras, épocas y lenguas.
Precursora del realismo mágico e incomprendida en su tiempo, Elena Garro es hoy reconocida como una de las autoras más notables del siglo XX en Iberoamérica.
Inés Arredondo abordó en sus cuentos los tabúes de su época con respecto a la mujer: el erotismo, la violencia, las pasiones destructivas y el deseo de libertad.
Inclasificable, la literatura de Doris Lessing pone siempre su ojo crítico en las normas sociales y cuestiona toda forma de sometimiento.
La singular obra de Maria Martins arraiga en la exuberancia de las selvas tropicales tanto como en el erotismo y la vitalidad de sus habitantes.
En este ensayo, Virginia Woolf hace un inteligente análisis de la lectura, no solo como pasatiempo, sino como recurso para el desarrollo del pensamiento autónomo.
Con una vida breve e intensa, que la llevó a romper con los prejuicios de su tiempo, Katherine Mansfield es una de las narradoras más importantes del siglo XX.
Marcada por el auge de los movimientos totalitarios en el siglo XX, Ingeborg Bachmann vio en la literatura un camino para la renovación ética de la sociedad.
“Las autoras del neogótico latinoamericano condensan en sus relatos las violencias, despojos y silencios que atraviesan los cuerpos feminizados.”
Con el espíritu rebelde e innovador de sus relatos, Julia Armfield fuerza siempre al lector a cuestionarse sus estereotipos y costumbres más arraigados.