Concha Espina fue de las primeras mujeres españolas en lograr sostener a su familia con su trabajo como escritora, algo casi impensable en su época.
En la poesía de Selva Casal parecen contender sin tregua la nostalgia y la dulzura, la resignación y la resistencia ante lo absurdo del presente.
“Antes de que pudieran luchar por sus derechos, las mujeres tenían que empezar por convertirse en seres humanos iguales a los hombres.”
“Ofelia Domínguez se destacó por ser una apasionada defensora de la mujer, a partir de la construcción de un pensamiento jurídico que la respaldara.”
Mercedes Matamoros es una voz notable de la poesía cubana, y una de las autoras que más contribuyeron al desarrollo del feminismo latinoamericano.
Daria Pencheva baila por primera vez el "Lago de los Cisnes" en el Polo Norte.
Alina Bárbara insistió en que seguirá dando la pelea en su país y recordó una frase del dramaturgo cubano Abelardo Estorino: “Yo creo en lo que está vivo y cambia”.
Hilma af Klint fue una visionaria adelantada a su tiempo que revolucionó el arte abstracto.
La poesía de Kaneko Misuzu nos muestra la sutil conexión afectiva que a une cada pequeña vida individual con el resto del mundo.
Colette fue autora de novelas que escandalizaron a la sociedad francesa de su tiempo y contribuyeron enormemente a la liberación de la mujer.