Durante décadas Emily Carr fue incomprendida. Hoy se la reconoce como un símbolo de perseverancia y una voz fundamental del arte canadiense.
La obra de Penny Siopis muestra sin eufemismo la deshumanización del sujeto, la intensidad de su dolor y lo impredecible de los procesos sociales.
Figura cimera del performance, Marina Abramović nos alerta en cada actuación sobre la pérdida de los principios humanos y el papel redentor del arte.
Con su personal estilo, Marie Laurencin mostró no sólo la belleza femenina, sino también su capacidad para ser felices sin las imposiciones machistas.
Sus conocimientos, adquiridos en un contexto dominado por hombres, la llevaron a patentar un sistema de saltos de frecuencia para guiar torpedos sin ser detectados.
“Yayoi Kusama ha hecho un camino único como creadora, un camino que, a pesar de su singularidad, conecta con los demás y cambia su relación con el mundo.”
La obra de Yayoi Kusama no es un mero espectáculo visual extravagante, es un viaje al interior de una de las mentes más peculiares de nuestro tiempo.
“Resiliencia no es aguantar sin quejarse, sino aprender a encender tu propia calefacción interior”, afirma Lilita Sosa. Esta es una lección crucial para el emigrante.
“La obra de ORLAN invita a reflexionar sobre la representación del cuerpo, el género y el poder en el arte, desafiando las narrativas establecidas.”
La obra de Shamsia Hassani es un símbolo de la resistencia femenina a la guerra, al fundamentalismo, y a los traumas de la emigración y el desarraigo.