“Resiliencia no es aguantar sin quejarse, sino aprender a encender tu propia calefacción interior”, afirma Lilita Sosa. Esta es una lección crucial para el emigrante.
“La obra de ORLAN invita a reflexionar sobre la representación del cuerpo, el género y el poder en el arte, desafiando las narrativas establecidas.”
La obra de Shamsia Hassani es un símbolo de la resistencia femenina a la guerra, al fundamentalismo, y a los traumas de la emigración y el desarraigo.
La obra Shamsia Hassani, cargada de simbolismo y fuerza, exalta la capacidad de las mujeres para sobreponerse al dolor y realizar sus sueños.
Artemisia Gentileschi convirtió el dolor de su traumática experiencia personal en obras que revolucionaron la manera de representar a las mujeres en el arte.
Mientras unos elogiaban el talento excepcional de Artemisia Gentileschi, a otros les costaba aceptar que una mujer manejara el pincel con tanta libertad.
Entre guerras, exilios y desafíos, el arte místico de Leonora Carrington transformó el surrealismo y dejó un legado que sigue inspirando al mundo.
Frida Kalho transformó el dolor privado en reflexión pública, defendió lo local sin renunciar a lo universal, y anticipó debates que siguen vigentes.
La obra de Sandra Ramos es el desmontaje semántico de lo falaz de ese mundo idílico donde toda una generación de cubanos creció entre la propaganda y el control.
Berthe Morisot dignificó la experiencia femenina y la maternidad con una autenticidad que ningún pintor masculino había logrado.