
Los cuentos de Hebe Uhart arraigan en los detalles comunes de la vida, y a través de ellos nos hacen pensar en los problemas más profundos de la existencia.

Selma Lagerlöf fue la primera mujer en recibir el Premio Nobel de Literatura y una incansable activista por los derechos de las mujeres.

Con una mirada que sabía ver en los detalles su carga de significados profundos, Lucia Berlin tomó de su propia vida la materia con que construyó sus cuentos.

En este ensayo, Ana Blandiana habla sobre la importancia de la poesía y sobre el papel liberador que jugó en los regímenes totalitarios de Europa del Este.

Los escalofriantes relatos de Amparo Dávila arrojan luz sobre los conflictos íntimos de la mujer en un mundo que la somete y despoja de su humanidad.

En este texto, Doris Lessing habla sobre la importancia de una educación humanista integral para propiciar la concordia entre las personas y los pueblos.

Considerada entre las mejores escritoras de su país, Mavis Gallant reflejó en sus cuentos la vida de personas frágiles, ahogadas en el autoengaño y la soledad.

La obra de Ana Hatherly, tanto literaria como visual, indaga en el arte como medio de expresión y en los límites de la comunicación humana.

Sin ceder a estereotipos, la poesía de Alaíde Foppa desnudó con notable eficacia los problemas de la mujer en la segunda mitad del siglo XX.

Grazia Deledda desnudó en sus relatos el peculiar carácter de su pueblo, su ingenuidad y su reciedumbre, y el profundo conflicto entre modernidad y tradición.