Considerada entre las mejores escritoras de su país, Mavis Gallant reflejó en sus cuentos la vida de personas frágiles, ahogadas en el autoengaño y la soledad.
La obra de Ana Hatherly, tanto literaria como visual, indaga en el arte como medio de expresión y en los límites de la comunicación humana.
Sin ceder a estereotipos, la poesía de Alaíde Foppa desnudó con notable eficacia los problemas de la mujer en la segunda mitad del siglo XX.
Grazia Deledda desnudó en sus relatos el peculiar carácter de su pueblo, su ingenuidad y su reciedumbre, y el profundo conflicto entre modernidad y tradición.
En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, Jelinek habla de su relación con el lenguaje y de la marginalidad inevitable de los escritores.
Atenta a su propio centro, lejos de un mundo que, sin embargo, nunca dejó de preocuparle, María Luisa Puga legó una obra de gran profundidad existencial.
En discurso de aceptación del Premio Cervantes 2013, Elena Poniatowska hace un recorrido por su vida, la cultura mexicana y las letras hispánicas.
Con sus provocadores relatos, que aún se leen como obras de culto, Rachilde expuso aspectos controversiales de la sexualidad humana y la represión del deseo.
Poeta, feminista y viajera incansable, Emilia Bernal fue de las mujeres más adelantadas en la Cuba de inicios del siglo XX y es hoy una de las menos conocidas.
Con una mirada desprejuiciada y a ratos en abierta ruptura con las normas sociales, Louise Glück es una de las poetas más relevantes de las últimas décadas.