Entrevista | Carlos Hernández: «Mi vida trans vale como vale la tuya»

Carlos vive refugiado en su familia, aunque sin dejar de soñar con una Cuba inclusiva, porque a Carlos, además de la crítica situación social que hay en la Isla, le atraviesan otras (o)presiones por ser un joven negro trans. 

Carlos, como la mayor parte de la sociedad cubana, debe enfrentarse cada día al desabastecimiento, las interminables colas, la escasez, el desempleo, los bajos salarios, y recientemente ha sumado a su lucha, la búsqueda de leche en polvo para su niño, que, al cumplir los 7 años, ya no tiene acceso a la que vende el estado cubano para menores de forma subvencionada. 

Este joven de 35 años vive en Arroyo Naranjo, un municipio de la periferia capitalina ubicado en el centro sur de la provincia La Habana. De este mismo municipio son muchas de las personas encarceladas tras las protestas del 11 de julio de 2021. 

Carlos vive refugiado en su familia, aunque sin dejar de soñar con una Cuba s «inclusiva donde todos tengamos los mismos derechos como personas», porque a Carlos, además de la crítica situación social que hay en la Isla, le atraviesan otras (o)presiones por ser un joven negro trans. 

Cuando conocí a Carlos recién había conseguido cambiar su nombre en el carnet de identidad. Así describía la alegría en sus redes sociales el 27 de abril de 2022:

«No lo niego ha sido un camino largo lleno de obstáculos, trabas, engaños y mentiras. Gracias a todos esos amigos que de una forma u otra me apoyaron en mi larga carrera con mi cambio de nombre…A mi esposa miles de gracias, nunca soltaste mi mano y confiaste en mí en todo momento (…) Lo logré al fin, oficialmente soy Carlos Hernández Perdomo, un chico trans que ama su vida».  

Este proceso de cambio de nombre se recoge en la legislación cubana dentro de la Ley del Registro Civil en su artículo 43, donde se puede leer:  

«El cambio, adición, modificación o supresión de nombres y apellidos se podrá excepcionalmente una vez, y hasta dos veces en caso de que el interesado sea mayor de edad, si la modificación anterior se hubiera efectuado bajo el régimen de la patria potestad».

Sin embargo, en conversación vía WhatsApp, de donde ha surgido esta entrevista, Carlos me ha comentado que no es tan sencillo como se lee. 

«Tuve que ir a varios lugares a pedir una respuesta de por qué yo no me podía cambiar mi nombre, si esa era una ley que ya está más que firme; y me decían que no, pero yo que sí».  

Para hacer este trámite hacen falta pocos documentos, pero mucha sensibilidad, preparación y responsabilidad de parte del funcionariado que realiza este procedimiento. 

Según un artículo publicado en 2022 por SEMLAC, los requisitos legales recogidos en la instrucción #1 de 2022 del Ministerio de Justicia, no incluye ningún «requerimiento quirúrgico, y la persona sólo debe entregar: “certificación de nacimiento, certificación de antecedentes penales, documentación que acredite que es conocida (o conocido) por el nombre que interesa colocarse y declaración jurada realizada en una notaría con la presencia de, al menos, dos testigos que dan fe del conocimiento público y social del nombre que le interesa colocarse la persona trans». 

«Después de haber hecho todos los trámites llegué adonde hacen el carnet de identidad y ahí me decían que como yo no estaba operado no podía hacerme mi cambio de nombre, y cada vez que volvía a intentarlo me decían que no podía, que la jefa tenía que revisar mis papeles, que si esa ley no estaba confirmada. Pero no me di por vencido, seguí buscando opciones hasta que di con una oficina del Registro del Estado Civil en el Vedado que aceptó mi solicitud», afirma Carlos. 

Este logro fue importante para él, pero aún siente que está incompleto: «Cuando alguien se da cuenta de que, a pesar de que tengo mi cambio de nombre en mi carnet, aún pone la ‘F’ y no la ‘M’ de masculino, es ahí cuando sufro». 

Por siempre trans

En octubre de 2023, activistas y actores de la comunidad LGBTTTIQA+ en Cuba presentaron una serie de peticiones al Parlamento en el marco de su período legislativo 2023-2028 entre ellas una «Ley Integral de Identidad de Género que regule las identidades de personas trans y con expresiones e identidades de género no binarias». 

Aunque Carlos no conocía hasta hace muy poco de esta solicitud, se identifica completamente con ella. 

«Sí me representa ya que lucha contra la violencia de género, y por un mundo donde todos seamos iguales. (El Estado) nos tiene que incorporar en todas las actividades, no solo por ser hombres y/o mujeres trans, sino por ser seres humanos». 

Sobre su relación y confianza en las instituciones cubanas como el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) Carlos cuenta: 

«Hace muchos años fui parte del Cenesex, pero no dentro de la Red TransCuba sino en el grupo de hombres trans, Alma Azul, que nació en marzo de 2018, como otra red asociada a este centro. Sin embargo, yo no me sentí muy representado, por eso fundé mi propia plataforma independiente para hombres trans llamada Por Siempre trans, que no ha cogido mucha fuerza por falta de recursos, pero hacemos lo que podemos.

Este proyecto surge hace alrededor de 5 años y busca defender nuestros derechos. Es una iniciativa de apoyo que hasta el momento la integran pocas personas pero que son perlas firmes. No busco personas para que me hagan bulto, sino que los que estemos sostengamos los mismos ideales. Un grupo que se mueva, no que proyecte cosas solo para que se quede plasmado en una hoja de papel ni en cuatro paredes. Desde esta plataforma hemos colaborado con otros proyectos independientes como Casa Tomada Mirarte, Hombres trans de Cuba, entre otros». 

Niurka y Soel 

Pasando a un plano más privado, llegamos con Carlos a hablar de sus seres queridos, porque la historia de Carlos es también la historia de Niurka, su pareja. Carlos comenta que pasar tiempo con su familia «es su espacio mágico, donde olvida todo lo malo, incluyendo las crisis que estamos viviendo hoy en día en el país».  

Ambos se encargan de los cuidados de Soel, hijo de Niurka, pero el camino para conseguir esta armonía no ha sido fácil. Niurka recuerda en una entrevista concedida al medio Subalternas, el juicio y la discriminación que sufrió al decidir mudarse con Carlos, teniendo que enfrentarse a críticas e interrogantes injustas sobre su capacidad como madre y el impacto de la presencia de Carlos en la vida de Soel.

Así describió a la periodista María Lucía Expósito lo vivido: 

«Mi madre me dijo que sentía vergüenza de mí cuando decidí irme a vivir con Carlos. Mi madrina osó preguntar qué podía enseñarle Carlitos al niño. Muchas más personas me dejaron de tratar. No sabes cuántas mentes he tenido yo que cambiar, cuántas clases le he dado ya a mi familia. Por eso soy partidaria de que se realicen talleres de orientación, que sean también abiertos a personas heterosexuales».  

Niurka comparte con orgullo en esta misma entrevista cómo Soel ha desarrollado una conexión especial con Carlos. 

«Soel ha crecido con los mejores valores, saluda a todo el mundo, se relaciona con el ámbito que lo rodea. Si crías con respeto engendras respeto. Con Carlos el niño ha creado una conexión lindísima y, cuando hay una actividad con otros niños, también se desenvuelve más con Carlos que conmigo», acentúa Niurka. 

Sueños 

Carlos Hernández Perdomo se graduó de enfermero intensivista, pero lo dejó por los bajos salarios. Le interesa mucho la reparación de móviles y sueña con abrir un taller propio. Ahora mismo no tiene un empleo fijo, «y no sabe qué es más duro si trabajar de forma privada o para el sistema (estatal)».  

Para él Cuba no tiene un futuro muy esperanzador, y eso le hace temer por Soel, «pero toca estar aquí, no hay de otra». Y cuando piensa en las personas trans sabe que lo tienen más difícil dentro de este contexto. 

Las personas trans estamos y nos sentimos más vulnerables. En todos lados nos miran, nos marginan y nos señalan aún como personas raras. Espero que algún día está transfobia se acabe de una vez y que nos dejen vivir nuestras vidas a plenitud». 

Carlos, demora en responder las últimas preguntas de esta entrevista, luego me dirá que no tiene fluido eléctrico y que debe guardar batería para cualquier emergencia o llamado de trabajo. 

Quiero indagar más sobre la mastectomía que quiere realizarse tras ocho años de tratamiento hormonal y de espera impaciente por esta operación. Además conversar un poco más sobre el trabajo de su plataforma independiente para ver cómo se puede colaborar. Carlos habla de ella con fuerza, deseoso de hacerla valer. 

Indagando en las redes de la propia plataforma se puede leer en uno de los posts reivindicativos: «Mi vida trans vale como vale la tuya».