La inocencia

Amo a Dios en sus designios fatales.
Y a la Virgen que es como aquellos
que la aclaman.
Igual amo a mi madre con sus cuerdas rotas.
Y me amo en el centro de todo
como amo al murciélago que duerme
debajo de mi cama.
Amo a Dios en sus designios fatales.
Y a la Virgen que es como aquellos
que la aclaman.
Igual amo a mi madre con sus cuerdas rotas.
Y me amo en el centro de todo
como amo al murciélago que duerme
debajo de mi cama.
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