Poesía cubana | Tres poemas de Dulce María Loynaz
La poesía de Dulce María Loynaz sobresale por la hondura de una sensibilidad que logra armonizar, sin apagarlos, el dolor y la paz, la fragilidad y la rebeldía.

Amor es
Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan…
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces….
Amar lo amable, no es amor:
Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra…
Amor es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro…
Es entrarse en la entraña de la noche
y adivinarle la estrella en germen…
¡La esperanza de la estrella!…
Amor es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender…
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar …
¡Amor es resucitar!
__________________________
Quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras.
__________________________
Deseo
Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra...
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve y único horizonte de carne:
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...

__________________________
La poesía de Dulce María Loynaz destaca tanto por su calidad formal como por la hondura de una sensibilidad que logra armonizar, sin apagarlos, el dolor y la paz, la fragilidad y la rebeldía. La fuerza vital de su experiencia y su manera de ver el mundo se sobreponen a la estructura compositiva del poema y al tono íntimo de su voz, imprimiéndoles una tensión que es a un tiempo mesura y desbordamiento, aceptación e independencia ante un destino que se revela trágico. Reconocida como una de las grandes escritoras en lengua española, la Loynaz es autora de obras esenciales de la literatura cubana del siglo XX, como la novela Jardín (1951), los Poemas sin nombre (1953), Últimos días de una casa (1958) y el libro de viajes Un verano en Tenerife (1958).
Se ilustran estos poemas de Dulce María Loynaz con la obra de la artista cubana Gina Pellón. Exiliada en 1959, Pellón realizó la mayor parte de su trabajo en Europa, donde logró imponerse como una de las pintoras más singulares del expresionismo abstracto pero sin romper con su raíz cubana y caribeña, que resalta no solo por la luminosidad y el protagonismo del color en sus lienzos, sino también por el rechazo casi lúdico a los estereotipos y esa suerte de libertad irreductible que aflora en sus retratos de mujeres.
▶ Vuela con nosotras
Nuestro proyecto, incluyendo el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT), y contenidos como este, son el resultado del esfuerzo de muchas personas. Trabajamos de manera independiente en la búsqueda de la verdad, por la igualdad y la justicia social, por la denuncia y la prevención contra toda forma de violencia de género y otras opresiones. Todos nuestros contenidos son de acceso libre y gratuito en Internet. Necesitamos apoyo para poder continuar. Ayúdanos a mantener el vuelo, colabora con una pequeña donación haciendo clic aquí.
(Para cualquier propuesta, sugerencia u otro tipo de colaboración, escríbenos a: contacto@alastensas.com)
Responder