Nadia Anjuman: joven afgana asesinada en 2005 por escribir poesía

Nadia Anjuman, testimonio de resistencia de la mujer afgana al sometimiento de una sociedad patriarcal.

La obra de Nadia Anjuman es testimonio del dolor y la resistencia de la mujer afgana frente al sometimiento de una sociedad patriarcal. Poeta y periodista, nació en 1980 y murió en 2005, asesinada por su esposo, por escribir poesía.

Cuando los talibanes ocuparon su ciudad natal cerraron las escuelas para niñas, las destruyeron y en su lugar construyeron mezquitas. En ese momento, ella tenía dieciséis años y se unió al círculo de costura “Aguja Dorada”, donde recibió educación de manera clandestina y comenzó a escribir. Sus textos son una denuncia de la violencia que de manera cotidiana se ejerce contra las mujeres en Afganistán, y un recordatorio para esas mujeres de la necesidad de resistir y alzar la voz. Tras su muerte, las traducciones a varios idiomas de su conmovedor poema “Reclamo” se hicieron virales:

“A cada instante susurro la canción de mi pecho, / para recordar ese día en que he de romper la jaula / y escapar de esta soledad, y cantar mi tristeza. / No soy un débil álamo vencido por el viento. / Soy una mujer afgana y tiene sentido mi queja”.

Este poema de Nadia Anjuman es testimonio de una vida de sufrimientos y refleja su determinación como poeta. En su adolescencia vivió bajo el poder de los talibanes. Tuvo que acatar las prescripciones impuestas a la población femenina en un país lacerado por el terrorismo, el fanatismo religioso y la misoginia. Su voz representa a toda la población femenina de Afganistán que, además de engendrar y cuidar a numerosos hijos, tradicionalmente está obligada a realizar los trabajos domésticos más duros, atender el ganado y ayudar al hombre en los trabajos estacionales, sin recibir reconocimiento, tan sólo el desprecio y el sojuzgamiento moral de los hombres, quienes incluso se niegan a comer con las mujeres por considerarlas seres inferiores, simples objetos a poseer.