La prensa oficial defiende leyes de protección a las mujeres que en la práctica no funcionan

Son varios los casos que demuestran que estos mecanismos, si bien están recogidos por la Ley, no son eficientes.

En un momento en el que las mujeres cubanas se encuentran en una situación sumamente vulnerable debido al aumento de la violencia machista y la falta de una Ley Integral contra la Violencia de Género en la Isla, el diario oficialista Granma publicó una defensa del accionar de las autoridades en estos casos que resulta muy distante de la realidad.

Las autoras del texto publicado en la prensa estatal, Yalixis Mena e Ingryd Satos, se esfuerzan en demostrar que la Ley de Procedimiento Penal, vigente en Cuba desde 2021, ofrece garantías a las mujeres cubanas, pero numerosas evidencias demuestran que, en la práctica, no funcionan.

De acuerdo con la información publicada en el medio estatal, “la Policía, al tener conocimiento de un hecho con caracteres de delito, practica inmediatamente las diligencias indispensables y puede detener al presunto interviniente; y, si se trata de un hecho que evidencia violencia de género o familiar, adopta de inmediato las medidas requeridas para proteger a la víctima, y toma su declaración en condiciones que garanticen su seguridad e intimidad, para evitar su revictimización”.

¿Reciben capacitación los agentes policiales?

Sin embargo, son varios los casos que demuestran que estos mecanismos, si bien están recogidos por la Ley, no son eficientes. Un ejemplo de ello fue el tercer feminicidio registrado por las plataformas independientes este año, donde perdió la vida una joven llamada Dailene Fernández Carasa ante la inacción de la policía.

En esa ocasión numerosas fuentes ciudadanas denunciaron la pasividad de una patrulla policial que llegó al lugar de los hechos y no procedió a entrar en el domicilio, pese a que la ciudadanía actuó correctamente alertando y denunciando a las autoridades.

El texto de Granma también señala que las autoridades están encargadas de aplicar medidas cautelares con el objetivo de “evitar la continuidad de la conducta presuntamente delictiva y proteger a la víctima”, algo que en la práctica tampoco funciona.

La activista feminista Yanelys Núñez, coordinadora del Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT), dijo que “aunque esté escrito en la Ley, en lo relacionado con casos de violencia de género la Policía debe actuar de una manera específica”, lo cual en su opinión no ocurre de la forma correcta, entre otras razones, porque estos agentes “no reciben la capacitación adecuada”.

“Hay varios precedentes de mujeres que han denunciado a la Policía y no les han hecho caso. Hay una falta de preparación por parte de los oficiales que, aunque esté en la Ley, no lo aplican”, sentenció.

¿Existen protocolos policiales específicos?

El OGAT se ha esforzado por verificar los antecedentes de violencia machista de cada agresor y la existencia de denuncias previas, consciente de las dificultades que plantea la falta de transparencia de los organismos jurídicos, policiales y legales en Cuba.

En su informe de 2023, el OGAT recogió 12 casos donde había denuncia previa por violencia machista, y que, de haber actuado la Policía con los debidos protocolos, se hubiera podido evitar el feminicidio. Sin embargo, en 48 casos, debido a la falta de transparencia, no se pudo verificar esta información.

Activistas feministas como Marta María Ramírez han recomendado “no consentir el careo con el agresor en fase alguna de la denuncia por violencia feminicida, aún menos cuando se trata de amenazas o violencias sexuales”.

La feminista cubana dijo que “aunque está avalado por el Código Penal y documentado por sobrevivientes/denunciantes, la plataforma YoSíTeCreo en Cuba no recomienda este procedimiento y, de hecho, considera que debería ser ilegal en el caso de las víctimas de violencias de género”.

Otro error en el que incurre el texto publicado en Granma es su lenguaje técnico, que termina resultando inaccesible para el lector común. Si su intención es ofrecer herramientas legales a las mujeres cubanas víctimas de violencia de género difícilmente lo cumpla con una redacción tan compleja.