Cuba a un paso de eliminar el matrimonio infantil

"El matrimonio infantil, en cualquiera de sus variantes, es catalogado por la UNICEF como una violación grave de los derechos humanos de los menores"

| Opinión | 23/11/2021
Foto: Ileana Álvarez

«Celebramos el fin del matrimonio infantil en Cuba, un logro del activismo feminista independiente», publicó este viernes 19 de noviembre en sus redes la plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba. La celebración se debe a la presentación oficial de la versión 23 del anteproyecto del Código de las Familias, en el cual se establece, en su artículo 200, que «la capacidad de las personas para formalizar matrimonio se alcanza a los 18 años de edad».

Esta versión supera la anterior que acotaba la edad de casamiento en 16 años, mientras que permitía las excepciones de autorización de padres o tutores de los casados. De esta manera, Cuba, que estaba entre los países con mayores porcentajes de matrimonio infantil, pasaría a integrar el grupo de países latinoamericanos y caribeños (Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Trinidad y Tobago o Costa Rica) que desaprueba la unión entre menores bajo cualquier circunstancia.

Según el medio oficial Cubadebate, la nueva resolución es el fruto de 500 opiniones recogidas durante consultas especializadas, desarrolladas entre el 29 de septiembre y el 15 octubre de este año en 47 instituciones y organizaciones sociales y academias de todo el país. Sin embargo, Yo Sí Te Creo en Cuba, impulsora desde 2020 de la campaña «Fin al matrimonio infantil», estuvo excluida de tales debates, como es usanza en los mecanismos estatales.

La plataforma se mantuvo coordinando la campaña ininterrumpidamente, con la publicación de datos sobre el tema y la exigencia al régimen de la necesidad de abolir la legalización del problema, para lo cual contó con el apoyo de medios y organizaciones como El Toque, Con/texto Magazine, Alas Tensas y Red Femenina de Cuba.

#FinAlMatrimonioInfantil

La campaña de Yo Sí Te Creo en Cuba registró en 2019 más de 900 niñas cubanas entre 14 y 17 años casadas, lo que avalan las estadísticas del Anuario Demográfico de la isla en ese período. Por su lado, un informe del Grupo de trabajo sobre juventud de la Plataforma de Colaboración Regional para América Latina y el Caribe arrojaba la alarmante realidad del país: una de cada cuatro menores de 18 años contrae matrimonio legal en Cuba, ubicándose por encima del promedio de la región.

También lo vio así la organización Girls Not Brides (Niñas, No Esposas), al reportar que el 26 por ciento de las niñas en Cuba contrae matrimonio o una unión informal antes de los 18 años.

El matrimonio infantil, en cualquiera de sus variantes, es catalogado por la UNICEF como una violación grave de los derechos humanos de los menores, y la raíz de otros males como el abuso sexual o la explotación de menores.

Para Yo Sí Te Creo en Cuba, además, «afecta el acceso a la educación y a oportunidades de empleo, aumenta el riesgo de mortalidad materna, de contraer infecciones de transmisión sexual y de ser víctimas de otras formas de violencia doméstica y de género».

Por ello la periodista Mónica Baró opinó en Facebook que la prohibición de las uniones tempranas «no es el final de nada sino otro impulso para continuar en la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas en Cuba. Aún hace falta una Ley Integral contra la Violencia de Género y refugios para las víctimas de violencia de género».

El artículo 200

En pocas líneas, el artículo 200 de esta versión del anteproyecto del Código de las Familias pone fin a uno de los grandes problemas de Cuba y de la humanidad. Su formulación fue el resultado de «un proceso aportador, muy intenso, de mucho trabajo, pero imprescindible para lograr un anteproyecto y propuestas a nuestra Asamblea Nacional de alta calidad”, al decir de Oscar Manuel Silvera Martínez, ministro cubano de Justicia.

El debate en torno al artículo incluyó las consultas especializadas a la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, al Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía General y los ministerios de Justicia, Salud Pública, Educación, Educación Superior, Interior, Relaciones Exteriores y Trabajo y Seguridad Social; así mismo a la Federación Estudiantil Universitaria, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Centro de Estudio de Población y Viviendas, de Estudios Demográficos, facultades de Derecho, Comunicación, Psicología y Sociología de distintas universidades, entre otros.

En la emisión que el programa Mesa Redonda dedicó al asunto, Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba e integrante de la comisión redactora del nuevo Código, explicó que se consideraron criterios especializados, fundamentaciones de estudios que se han hecho en el país y «la demostración de lo nocivo que resulta permitir estos matrimonios, en tanto es una determinante de los embarazos precoces y la maternidad adolescente».

«Estamos hablando de niñas entre 14 y 18 años que se casan con hombres que les doblan o triplican la edad y, a partir de ahí, dejan la escuela, quedan embarazadas, se vuelven dependientes económicamente”, admitió González Ferrer, sin abundar en las causas que conllevan a esa clase de matrimonio. «A partir de ahí, se aconsejó eliminarlo del proyecto, coincidente con una tendencia internacional”, agregó. 

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