Grupo Translúcidos: un nuevo horizonte para las personas transmasculinas en Cuba
“Queremos generar conciencia y promover la aceptación de la diversidad de género en una sociedad que aún enfrenta mucha transfobia.”
El 11 de mayo de este año, se creó el Grupo Translúcidos en conmemoración del quinto aniversario de la marcha LGBTIQA+ sin precedentes que tuvo lugar en 2019. Esta marcha fue una respuesta directa a la cancelación de la conga contra la homofobia, transfobia y bifobia, presionada por grupos religiosos fundamentalistas cubanos tras la eliminación de una propuesta de modificación en la Carta Magna de Cuba que permitiría el matrimonio igualitario.
En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, el Grupo Translúcidos tuvo su primer encuentro público, una iniciativa impulsada por Merle Ramírez, un chico trans de 28 años con el que tuve la oportunidad de hablar. El grupo organizó, coincidiendo con el Rainbow Day del estudio de tatuajes y galería La Marca, una Feria Comunitaria donde varios emprendimientos y negocios, en apoyo a la comunidad transmasculina, vendieron sus productos y ofrecieron sus servicios. Además, se realizó una rifa y otras pequeñas iniciativas, creando un ambiente inclusivo y respetuoso.
Un chico translúcido
Merle Ramírez es un chico trans de 28 años. Aunque siempre se identificó como una persona trans, socializó como mujer durante los primeros 25 años de su vida. Conocía el concepto de identidad de género, pero no se veía reflejado en el estereotipo del hombre que comúnmente se presenta en la sociedad. Hace casi una década, cuando empezó a vestirse de manera más masculina, su madre le preguntó si quería ser hombre, a lo que él respondió negativamente. “Yo no me sentía un hombre con barba y muy musculoso, por eso creo que tardé en darme cuenta”.
“Nuestra misión es brindar un espacio seguro donde los hombres trans puedan compartir sus experiencias, encontrar apoyo, abogar por sus derechos, y obtener información sobre recursos y servicios disponibles para ellos.”
Fue al conocer a otros hombres trans que Merle comprendió que había múltiples formas de ser un hombre trans, y que las expresiones de género son diversas y variadas. Así, comenzó su transición médica, buscando orientación de amigos y realizando su propia investigación. “No tenía a donde dirigirme, recuerdo que le escribí a la endocrinóloga del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y me contestó que ese servicio estaba cerrado. Y como ya había esperado durante muchísimo tiempo en mi vida, me empecé a hormonar por mi cuenta”.
Las experiencias vividas con su identidad, la falta de referentes trans en su infancia, los estereotipos sociales, la escasez de información y recursos, y la dificultad para acceder a un empleo siendo trans, lo llevaron a fundar Translúcidos. Este grupo surgió de la necesidad de proporcionar espacio y apoyo a los hombres trans en Cuba. “La motivación principal y nuestra misión es brindar un espacio seguro donde los hombres trans puedan compartir sus experiencias, encontrar apoyo, abogar por sus derechos, y obtener información sobre recursos y servicios disponibles para ellos”, comenta Merle. “Queremos generar conciencia y promover la aceptación de la diversidad de género en una sociedad que aún enfrenta mucha transfobia”.
Desafíos y planes
Los desafíos para la comunidad transmasculina en Cuba son numerosos. La falta de atención médica especializada y el acceso limitado a la terapia hormonal son problemas críticos. En el especial «Salud Integral de personas Trans en Cuba: necesidades al margen» publicado por la Revista Subalternas se explica que, en septiembre de 2019, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) informó que la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales (CNAIPT) atendía a 460 personas. De ellas, 30 fueron declaradas aptas para cirugía. Entre enero y julio de ese año se realizaron 264 consultas, incluyendo Endocrinología, Salud Mental y Genética.
Estos servicios, que eran gratuitos y exclusivos en La Habana bajo la resolución ministerial 126 de Salud Pública de 2008, fueron suspendidos debido a la emergencia sanitaria por la Covid-19. Hasta entonces, ofrecían acompañamiento psicológico, prescripción de terapia hormonal, exámenes de laboratorio y cirugías de “reasignación de género”, con turnos que podían obtenerse por teléfono o en persona en el Centro.
Con el cierre de los servicios, algunas personas trans tuvieron que interrumpir su terapia de reemplazo hormonal (TRH) o continuarla sin una orientación médica adecuada sobre los efectos físicos, mentales y emocionales. Además, muchas personas trans evitan otros médicos, debido a la discriminación y la falta de conocimiento sobre sus necesidades específicas por parte de los profesionales de la salud.
“El papel del CENESEX en la promoción de los derechos y la inclusión de la comunidad transmasculina ha sido decepcionante.”
“La falta de preparación de los especialistas de salud, educadores y trabajadores de instituciones estatales en temas de identidad de género hace que nuestra identidad se vea irrespetada en todos los ámbitos”, explica Merle. “También es válido destacar que hace apenas un mes reabrió la consulta psicológica. Esto ocurrió gracias a presiones de varios activistas, y hasta la fecha han tenido turno algunos muchachos trans masculinos. La consulta con el endocrino también piensan abrirla. De hecho, le han dado turno a dos o tres. Pero sigue resultando muy poco, en comparación con la cantidad de hombres trans que están esperando para comenzar su terapia de reemplazo hormonal o poder continuarla”.
Translúcidos tiene metas claras a largo plazo, incluyendo la creación de un grupo de trabajo con profesionales de la salud, activistas LGBTIQA+ y líderes comunitarios para diseñar un plan de acción y organizar talleres y charlas informativas sobre salud sexual, identidad de género y derechos LGBTIQA+. Además, buscan promover la visibilidad y el reconocimiento de la identidad de género de los hombres trans en Cuba a través de campañas de sensibilización y actividades de visibilización, y establecer alianzas con organizaciones e instituciones para garantizar el apoyo y la protección de esta comunidad.
El papel del CENESEX en la promoción de los derechos y la inclusión de la comunidad transmasculina ha sido, según Merle, decepcionante. Aunque debería ser un defensor activo de los derechos de esta comunidad, la falta de transparencia y acción ha generado desconfianza. “Las instituciones deben escuchar, comprender y abordar las preocupaciones y necesidades específicas de la comunidad transmasculina”, afirma Merle. “Es necesario un esfuerzo consciente y comprometido para trabajar de la mano con la comunidad y construir un entorno más inclusivo y respetuoso”.
Las barreras legales y burocráticas para obtener documentos que reflejen su identidad de género son también un gran obstáculo, complicando el acceso a servicios públicos y la participación en procesos legales. Translúcidos planea abordar estos desafíos creando espacios seguros para que los hombres trans compartan sus experiencias y preocupaciones. Ofrecerán recursos educativos sobre el proceso de transición de género, los servicios de salud disponibles y los derechos legales. Además, facilitarán la conexión con profesionales de la salud mental y la medicina especializados. “Organizaremos eventos, talleres y charlas educativas sobre temas relevantes para la comunidad transmasculina, promoviendo la solidaridad y el apoyo mutuo”, detalla Ramírez.
Visibilidad y más derechos
“La visibilidad nos ayuda a ganar representación y a desafiar estereotipos y prejuicios”, dice Merle. “Mientras más visibles seamos y más sensibilizada esté la sociedad, más derechos y reconocimiento ganamos”.
El activismo transmasculino en Cuba, aunque enfrenta desafíos significativos, ha ido ganando visibilidad y fuerza. “La interseccionalidad es clave para comprender las múltiples formas de opresión que enfrentamos”, señala Merle. “Trabajar en conjunto con otros movimientos puede fortalecer nuestra lucha por la igualdad y la justicia social”.
“El camino hacia la plena inclusión y reconocimiento de las personas transmasculinas es aún largo y complejo.”
A pesar de la persistencia de prejuicios y discriminación, Merle es optimista sobre el futuro del activismo transmasculino en Cuba. “Hay señales de cambio y apertura en la sociedad cubana, así como un creciente reconocimiento de la diversidad de género y sexual”. Sin embargo, el camino hacia la plena inclusión y reconocimiento de las personas transmasculinas es aún largo y complejo. La construcción de alianzas sólidas con otros movimientos sociales y políticos es fundamental para promover el cambio hacia una sociedad más inclusiva y justa.
En diciembre de 2023, el Parlamento cubano aprobó una nueva Ley de Salud Pública. Activistas LGBTIQ y feministas tenían la esperanza de que la ley abordara las necesidades médicas específicas de las personas trans, entre otras demandas. Iniciativas colaborativas como “Metiendo Cuerpos” y la creación de una “Agenda de Género” intentaron influir en el anteproyecto de ley. Sin embargo, el texto final aprobado no incluye ninguna mención específica sobre estos temas. La relación entre el movimiento feminista y el movimiento LGBTIQA+ en Cuba es, según Merle, de colaboración y solidaridad. Ambos tienen objetivos comunes en la lucha por la igualdad y la diversidad, y han trabajado juntos en la defensa de los derechos de las personas sexodisidentes. “Promover un diálogo abierto y respetuoso, y trabajar en conjunto para abordar las intersecciones entre la discriminación por motivos de género y orientación sexual, es esencial para fortalecer esta relación”, añade.
La capitalización por parte del régimen cubano de las agendas feministas y LGBTIQA+ mientras persisten problemas graves como la existencia de personas trans presas políticas y la falta de políticas públicas efectivas para prevenir la violencia de género, plantea una contradicción significativa.
Recientemente, en una publicación del CENESEX en sus redes sociales, celebraban la graduación de 29 personas trans como promotoras de Salud y Derechos Sexuales a través de un taller desarrollado por la Red Transcuba Nacional en conjunto con el Ministerio del Interior en establecimientos penitenciarios. En las imágenes que acompañaban la publicación era evidente el irrespeto a su identidad de género. Esta situación socava la credibilidad y efectividad de los movimientos por los derechos y crea un ambiente de vulnerabilidad y exclusión para las personas trans. “Es esencial que el activismo transmasculino en Cuba aborde estas contradicciones y trabaje hacia la implementación de políticas públicas inclusivas y respetuosas de los derechos humanos”, sostiene Ramírez.
Para abordar la situación de las personas trans presas políticas y mejorar las políticas públicas destinadas a prevenir la violencia de género, Merle propone varias acciones concretas: sensibilización y educación, reforma legal, protección y apoyo a las víctimas de violencia de género, y participación activa de la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos. Estas medidas son fundamentales para avanzar en la lucha por los derechos de la comunidad trans y garantizar su inclusión y respeto en la sociedad.
Luchas, aliadxs y esperanzas
Merle destaca la importancia de la educación y sensibilización para aquellos que desean ser aliadxs de la comunidad trans. “Educarse sobre la identidad de género, utilizar el nombre y pronombres escogidos, y escuchar y valorar las experiencias de las personas transmasculinas son acciones fundamentales para mostrar respeto y validación”, explica. Ser aliadx implica un compromiso continuo de aprendizaje y apoyo, evitando hacer suposiciones y hablando sin el consentimiento de la persona.
Translúcidos también se compromete a abordar las intersecciones entre género, clase y otras formas de marginalización. Planean llevar a cabo campañas de sensibilización, capacitar y emplear a personas trans para empoderarlas económicamente. Y establecerá alianzas con otras organizaciones y movimientos sociales. “La feminización de la pobreza y otras formas de opresión deben ser enfrentadas conjuntamente”, afirma Merle.
“Translúcidos planea llevar a cabo campañas de sensibilización, capacitar y emplear a personas trans para empoderarlas económicamente. Y establecerá alianzas con otras organizaciones y movimientos sociales.”
Merle finaliza con un mensaje de esperanza para la comunidad transmasculina en Cuba y sus aliadxs. “Nuestra lucha es valiosa y necesaria. A quienes nos apoyan, les agradecemos profundamente. Sigamos trabajando juntos, con empatía y determinación, para lograr un cambio significativo y duradero. La unión hace la fuerza, y juntos podemos construir un mundo más justo y equitativo para todas las personas, sin importar su identidad de género”.
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Hola, las fotos no son de Laura Vargas, las tomé y edité yo