La falta de productos higiénicos, sumada al alto costo de las pocas opciones disponibles, obliga a muchas mujeres a adaptar ropas en desuso para pasar su ciclo menstrual.
Constanza Rutherford comenzó adentrarse en el activismo menstrual, en medio del estallido social de Chile, de 2019. Dos revoluciones confluyeron en un mismo momento.