Jane Goodall trabajó sin descanso por la protección de los animales, fundó instituciones, denunció injusticias y nos enseñó a vernos de manera distinta.
A más de un siglo de su muerte, Concepción Arenal sigue siendo un ejemplo de lo que es posible lograr si nos negamos a admitir que la injusticia es inevitable.
Transformó números en montañas, grietas y cordilleras submarinas, y con ello cambió la manera en que entendemos el planeta.
Durante décadas Emily Carr fue incomprendida. Hoy se la reconoce como un símbolo de perseverancia y una voz fundamental del arte canadiense.
En medio de la Revolución Francesa y el terror, Olympe de Gouges reclamó para las mujeres los mismos derechos que tenían los hombres.
La poesía de María Calcaño, valorada hoy entre las más logradas del feminismo literario venezolano, dio voz a un erotismo y un deseo de libertad indomables.
Como actriz, cantante y activista, Hattie McDaniel dejó una huella imborrable en la lucha contra la discriminación racial en los Estados Unidos.
Yayoi Kusama, artista japonesa: “Hago mis obras para sobrevivir al dolor, al deseo de muerte”.
Con sus provocadores relatos, que aún se leen como obras de culto, Rachilde expuso aspectos controversiales de la sexualidad humana y la represión del deseo.
Con su personal estilo, Marie Laurencin mostró no sólo la belleza femenina, sino también su capacidad para ser felices sin las imposiciones machistas.