A dos semanas del paso del huracán Melissa por Cuba, la ONU advierte que millones de personas aún carecen de servicios básicos en la isla.
Se estima que tras el paso de Imelda hay 24 mil personas incomunicadas en el oriente cubano por el desbordamiento de los ríos y los deslizamientos de tierra.
Mientras tanto, una segunda zona de perturbaciones ubicada al este de Cuba podría fusionarse con Rafael, aumentando la actividad ciclónica en la región y elevando los riesgos para el país.